GENTE

HAY REGALOS Y... REGALAZOS

Estamos en época de regalos y aunque el dicho popular dice que a caballo regalado no le mires el diente, algunos los reciben a regañadientes. He aquí dos casos bien dispares, uno en el Parlamento madrileño y otro en la banca suiza. Los 30.000 colaboradores del nuevo Banco Unido de Suiza (BUS) recibieron tres pequeños lingotes de oro como regalo de fin de año. A 281 dólares el cofre (casi 40.000 pesetas al cambio de ayer), el segundo banco más grande del mundo tuvo que desembolsar 8,8 millones de dólares para costear el gesto. Sin embargo, no todos lo recibieron con satisfacción. "El gesto fue ...

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Estamos en época de regalos y aunque el dicho popular dice que a caballo regalado no le mires el diente, algunos los reciben a regañadientes. He aquí dos casos bien dispares, uno en el Parlamento madrileño y otro en la banca suiza. Los 30.000 colaboradores del nuevo Banco Unido de Suiza (BUS) recibieron tres pequeños lingotes de oro como regalo de fin de año. A 281 dólares el cofre (casi 40.000 pesetas al cambio de ayer), el segundo banco más grande del mundo tuvo que desembolsar 8,8 millones de dólares para costear el gesto. Sin embargo, no todos lo recibieron con satisfacción. "El gesto fue muy apreciado en términos generales, aunque, por supuesto, con 30.000 empleados siempre hay discordancias", reconoció Fréderic Dietschy, del servicio de relaciones públicas del BUS, sin dar más detalles. El paquete contenía dos lingotes de cinco gramos, uno con el logotipo impreso de la Société de Banque Suisse y el segundo tenía el emblema de la Unión de Bancos Suizos. El tercer lingote era un poco más grande, pesaba 20 gramos y tenía grabado el nuevo logotipo del BUS. El caso madrileño es distinto. Dos diputadas y un diputado de la Asamblea de Madrid vivieron ayer momentos de perplejidad y alguna indignación al recibir prendas de lencería erótica como regalo navideño. La popular Cristina Cifuentes recibió en su escaño unas bragas rojas de encaje dentro de un sobre con el nombre del parlamentario socialista Antonio Chazarra. Chazarra, que no era el remitente real, un diputado que suele adornar sus intervenciones con citas literarias, se quedó estupefacto cuando Cifuentes se acercó a su escaño para echarle un bronca por el detalle. Chazarra intentó explicarle que él no le había mandado nada. También recibió un regalo, un liguero, la socialista Carmen Ferrero. El sobre venía con el remite del portavoz popular, Manuel Cobo, quien, como en el caso anterior, no era el remitente real. A Ferrero tampoco le hizo gracia la broma. Con más filosofía se lo tomó el socialista Fernando Abad, vicepresidente de la Asamblea, que recibió unos calzoncillos rojos supuestamente enviados por Sonsoles Aboin, del PP, que está casada. Para Abad, "un regalo es un regalo y pienso usarlo en estas fiestas".-,

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