Nueve distritos estrenarán en enero detectives de barrio

La policía de barrio ya tiene compañía. A partir de enero, nueve distritos de la capital y cinco ciudades de la periferia dispondrán de detectives de barrio, una nueva figura destinada a investigar pequeños casos (robos en tiendas o viviendas, timos, sirlas, tirones, menudeo de droga, sustracción de vehículos, acciones violentas). Estos agentes, cuya área de acción se limitará a una zona de su distrito, servirán de complemento a los ya clásicos policías de barrio, un modelo estrenado en 1997 y que la Dirección General de Policía considera suficientemente implantado (16 comisarías de la región...

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La policía de barrio ya tiene compañía. A partir de enero, nueve distritos de la capital y cinco ciudades de la periferia dispondrán de detectives de barrio, una nueva figura destinada a investigar pequeños casos (robos en tiendas o viviendas, timos, sirlas, tirones, menudeo de droga, sustracción de vehículos, acciones violentas). Estos agentes, cuya área de acción se limitará a una zona de su distrito, servirán de complemento a los ya clásicos policías de barrio, un modelo estrenado en 1997 y que la Dirección General de Policía considera suficientemente implantado (16 comisarías de la región disponen de estos agentes).La idea es que los policías de barrio sigan con su tarea habitual: patrullar solos (a pie o en moto) una misma área urbana, de forma que acaben conociendo tanto a los vecinos y comerciantes del barrio como sus puntos de conflicto. Una tarea que persigue tanto el contacto ciudadano como el aumento de información de primera mano. A este planteamiento, la policía ha sumado ahora la figura de los detectives de barrio: su objetivo será investigar los fenómenos de delincuencia urbana de su zona no sólo para aclararlos, sino también para informar personalmente a los afectados de la marcha de las pesquisas. Dada la elevada cifra de denuncias que se recogen diariamente en cada barrio, estos detectives tendrán que seleccionar sus casos siguiendo los criterios de oportunidad y alarma social.

En este trabajo de investigación, los nuevos agentes dispondrán de un apoyo igualmente novedoso: la Policía Técnica de Proximidad.

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Un nuevo cuerpo de policía científica apoyará a los detectives de barrio en sus pesquisas

VIENE DE LA PÁGINA 1La Policía Técnica de Proximidad tendrá como tarea apoyar a los detectives de barrio. Su trabajo se centrará casi exclusivamente en las inspecciones oculares de los lugares donde se ha cometido el delito (recogida de huellas y muestras, análisis de espacios, fotografías...). Para delimitar este cometido, la Comisaría General de Policía Científica ha elaborado un protocolo en el que se pormenorizan las infracciones en las que se debe efectuar la inspección ocular, así como el procedimiento que debe observarse. La cifra de estos agentes será escasa. En principio, cada comisaría dispondrá de dos: uno en horario de mañana, otro de tarde.

La conjunción de los policías de barrio, los detectives y los agentes científicos formará la unidad base del futuro modelo policial. "Es una unidad básica desplegada en el menor ámbito espacial y demográfico, con autonomía y responsable del mantenimiento de la seguridad ciudadana en esa zona", explicó un portavoz policial.

La implantación de este modelo en Madrid se iniciará en enero en nueve distritos de la capital (Chamberí, Usera-Villaverde, Villa de Vallecas, Puente de Vallecas, Centro, Arganzuela, Carabanchel, Hortaleza y Chamartín) y cinco ciudades (Alcalá, Móstoles, Getafe, Fuenlabrada y Leganés). En una segunda etapa (de enero a junio de 1999) entrarán otros nueve distritos (Salamanca, Latina, Moratalaz, Fuencarral, Retiro, San Blas, Tetuán, Moncloa y Ciudad Lineal), así como las ciudades de Alcorcón, Parla, Pozuelo, Alcobendas. Coslada, Torrejón de Ardoz y Aranjuez).

Todo este experimento se enmarca en el Programa 2000, una iniciativa que se estrenará al mismo tiempo en la capital y en otras cinco capitales de provincia. El objetivo de este plan, que en Madrid supondrá una inversión aproximada de 10.000 millones de pesetas en tres años, es la reducción drástica de los seis delitos que más abultan la estadística de criminalidad y que, según los teóricos policiales, generan más inseguridad ciudadana: robos de coches, de los que se registraron 31.403 en 1997 (un 14% más que el año anterior); sustracciones en vehículos, 42.554 el año pasado (un 2% menos que en 1996); tirones, 10.913 (un 20% más); robos en inmuebles, 29.057 (un 9,7% más), menudeo de droga y gamberrismo (daño a fachadas y mobiliario urbano).

El desarrollo de este proyecto requiere el aumento de la presencia policial; para ello, el 80% de los efectivos de la Policía Judicial y Científica pasará de las brigadas a las comisarías, donde en gran parte se reconvertirán en los citados detectives y agentes científicos. Estas medidas irán acompañadas con un aumento de los incentivos económicos al rendimiento (una media de 30.000 pesetas al mes por agente) que serán entregados a partir de la consecución de unos objetivos (por ejemplo, el aumento de detenciones).

Para la Unión Federal de Policía (UFP), este plan ha nacido viciado desde el momento en que no ha sido pactado con los sindicatos. "Lo primero es que no se puede llevar adelante un programa así sólo en seis ciudades; lo segundo es que en Madrid, que sufre un déficit de inversiones desde 1992 y donde faltan mil agentes el esfuerzo quedará en agua de borrajas. Tampoco se dispondrá de nuevo material, y además se impondrá otra vez la jornada de 40 horas. El programa no da dinero para solucionar problemas y se limita a copiar los aspectos represivos del modelo anglosajón", dijo el portavoz de la UFP, Federico López Ferrer.

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