Radiografía en verde

El principal generador de contaminación en Elche no es la actividad de sus fábricas, como podría suponerse de una ciudad eminentemente industrial. La radiografía medioambiental hecha por la empresa Coopers & Lubrand desvela que el principal foco de polución y ruido procede del tráfico, aunque en términos generales la ciudad tiene un nivel medioambiental óptimo en comparación con otros núcleos urbanos similares. Elche cuenta con 197.000 habitantes censados, pero su parque automovilístico asciende a 110.000 vehículos. Eso significa que si descontamos del padrón a los menores, prácticamente cada ...

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El principal generador de contaminación en Elche no es la actividad de sus fábricas, como podría suponerse de una ciudad eminentemente industrial. La radiografía medioambiental hecha por la empresa Coopers & Lubrand desvela que el principal foco de polución y ruido procede del tráfico, aunque en términos generales la ciudad tiene un nivel medioambiental óptimo en comparación con otros núcleos urbanos similares. Elche cuenta con 197.000 habitantes censados, pero su parque automovilístico asciende a 110.000 vehículos. Eso significa que si descontamos del padrón a los menores, prácticamente cada ciudadano es propietario de un vehículo. El 70% del tráfico tiene como origen y destino la propia ciudad porque los ilicitanos tienen por costumbre ir a todas partes en coche. Si a esto le añadimos los miles de furgonetas de reparto de las empresas que circulan diariamente, es fácil imaginar el caos circulatorio que se vive en las horas punta. Algunas vías de la ciudad soportan una intensidad de tráfico similar a la de una carretera nacional. Por viales como Blasco Ibáñez, Cristóbal Sanz, Jorge Juan, Gabriel Miró, Reina Victoria, avenida de Novelda y Maestro Albéniz pasan diariamente entre 15.000 y 36.000 vehículos. En el polo opuesto, los barrios del Raval y de Ciudad Jardín son las dos zonas más tranquilas y con menos polución. La auditoría medioambiental de la ciudad, que se presentó el martes tras más de un año de trabajo, plantea diversas actuaciones para controlar la contaminación que genera el sobredimensionado parque automovilístico. Los consultores proponen la construcción de más aparcamientos públicos para evitar el tiempo de circulación, la potenciación del transporte público, la descentralización de los servicios y la creación de circuitos urbanos con grandes aceras para incitar a los ilicitanos a pasear y a olvidarse del coche. Otro problema no resuelto en Elche es el de las aguas residuales. Miles de viviendas diseminadas por el campo y urbanizaciones en zonas rústicas no disponen de alcantarillado, y sus residuos acaban en pozos ciegos que pueden contaminar los acuíferos. La solución se plantea difícil por el alto coste que requiere una infraestructura de estas dimensiones. El concejal de Medio Ambiente, Juan Antonio Oltra, opina que la única posibilidad para regularizar esta situación pasa por que los vecinos asuman una parte del presupuesto junto al Ayuntamiento y la Diputación. El estudio también advierte que la capacidad de la depuradora de Algorós está al límite y recomienda la ampliación de la planta o la construcción de una nueva. Los vertidos industriales al río Vinalopó son otro foco de contaminación. Los que se arrojan desde la ciudad proceden principalmente de empresas auxiliares del calzado. Oltra reconoce que su departamento ha abierto numerosos expedientes y ha interpuesto denuncias ante Medio Ambiente a industrias que han tirado sin depurar residuos en los que se ha detectado cianuro, zinc y cobre. A pesar de que Elche dispone de una ratio altísima de zona verde por habitante -sólo en el núcleo urbano hay más de un millón de metros cuadrados de huertos de palmeras- el estudio matiza que las áreas de esparcimiento están muy mal repartidas. Barrios como El Pla o El Carrús, donde viven cerca de 40.000 personas, apenas tienen espacios verdes. "El problema es grave porque son zonas consolidadas y la única solución es crear parques amplios en las áreas colindantes donde todavía hay terrenos", señaló Oltra. El estudio también recoge el alto nivel de ruido que el aeropuerto ocasiona en pedanías como L"Altet y Torrellano. A pesar de todas estas agresiones ecológicas, el informe asegura que la calidad medioambiental del término municipal de Elche es óptima, principalmente por la riqueza del entorno, con zonas de cultivo, dunas, sierras y zonas húmedas.

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