Los ecologistas culpan a Agricultura del rechazo a los osos en el Pirineo
El Grup de Suport de l"Ós, plataforma formada por varias entidades ecologistas, considera que el programa Life de reintroducción del oso pardo en el Pirineo central ha constituido un fracaso social por culpa del Departamento de Agricultura de la Generalitat. También señala al Gobierno catalán como principal responsable de la crispación vivida en las comarcas leridanas de la Val d"Aran y el Pallars Sobirà desde que Francia liberó, en la primavera de 1996, dos ejemplares de oso pardo en una zona próxima a la frontera con España. Los partidarios del proyecto de recuperación de la fauna autócton...
El Grup de Suport de l"Ós, plataforma formada por varias entidades ecologistas, considera que el programa Life de reintroducción del oso pardo en el Pirineo central ha constituido un fracaso social por culpa del Departamento de Agricultura de la Generalitat. También señala al Gobierno catalán como principal responsable de la crispación vivida en las comarcas leridanas de la Val d"Aran y el Pallars Sobirà desde que Francia liberó, en la primavera de 1996, dos ejemplares de oso pardo en una zona próxima a la frontera con España. Los partidarios del proyecto de recuperación de la fauna autóctona de los Pirineos acusan a la Generalitat de falta de diálogo, de haberse comprometido a colaborar con el programa europeo sin haber contado con la opinión de la población local y de no haber realizado en el momento adecuado una campaña de sensibilización. Todo ello contribuyó, según Lluís Xavier Toldrà, portavoz del Grup de Suport de l"Ós, a crear una mala imagen del animal. La plataforma ecologista ha denunciado la existencia de una campaña de linchamiento público del oso, orquestada por algunos alcaldes, ganaderos y cazadores. "Se ha explicado", afirmó Toldrà, "que el oso es carnívoro, un peligro para las personas y que acabaría con la ganadería, cuando los expertos afirman que se trata de un animal de dieta fundamentalmente vegetariana". Y añadió: "También se ha dicho erróneamente que el oso no ha vivido nunca en el Pirineo y que en una segunda fase se liberarían 50 ejemplares más, cuando el territorio de un macho es de 300 kilómetros cuadrados, la mitad del valle de Aran". La Generalitat, que se comprometió en 1993 a colaborar con el programa, ha decidido dar marcha atrás ante la fuerte oposición que suscita la presencia del oso. Todos los ayuntamientos araneses, excepto el de Es Bordes, se han manifestado en contra de la continuidad del programa y exigen la captura de los osos y su retorno a los bosques de Eslovenia. Los defensores del proyecto consideran que la reintroducción ha sido un éxito. El secretario general de Ipcena, Joan Vázquez, acusó a la Generalitat de un presunto fraude en la gestión del dinero recibido de la Unión Europea -unos 210 millones de pesetas-, que a su juicio no se ha destinado a campañas de sensibilización.