Tribuna:

Inútiles

Leo una noticia de The Guardian/ El Mundo titulada "Jospin tiene problemas con sus ministras". Más abajo añaden que el político se plantea destituir a tres mujeres de su Gabinete "por su incompetencia". Lo cual demuestra que, aunque hemos avanzado mucho en la igualdad de sexos, el machismo perdura tan campante.Porque es cosa sabida que todos los gabinetes de ministros de todos los Gobiernos del mundo están atiborrados de incompetentes. No hay más que pasar lista mentalmente a los diversos ministros de la democracia española, por ejemplo, para reunir en la memoria, en un santiamén, un formidabl...

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Leo una noticia de The Guardian/ El Mundo titulada "Jospin tiene problemas con sus ministras". Más abajo añaden que el político se plantea destituir a tres mujeres de su Gabinete "por su incompetencia". Lo cual demuestra que, aunque hemos avanzado mucho en la igualdad de sexos, el machismo perdura tan campante.Porque es cosa sabida que todos los gabinetes de ministros de todos los Gobiernos del mundo están atiborrados de incompetentes. No hay más que pasar lista mentalmente a los diversos ministros de la democracia española, por ejemplo, para reunir en la memoria, en un santiamén, un formidable ramillete de perfectos inútiles; con el agravante de que aquellos de los que ni siquiera nos acordamos pudieron ser todavía peores. Como no creo que los españoles seamos inferiores, es de suponer que en el extranjero pasa lo mismo; pero de ninguna remodelación ministerial se ha dicho nunca que sea por la inutilidad de los remodelados, aunque resulte evidente que se trata de unos zoquetes sin esperanza. Si pensamos un poco sobre el asunto, ¿acaso no resulta imposible de creer que estas tres ministras, justo las tres mujeres, sean más incompetentes que la media?

Por cierto, que Jospin tiene dos ministras más de cuya eficiencia no se sospecha, pero el titular de la noticia abarca a todas. Porque, si eres mujer, tu sexo es una categoría definitiva que te clasifica dentro de un grupo aparte, como si los varones carecieran de sexo, o más bien como si lo masculino fuera lo neutro y lo femenino lo extraño, lo pintoresco, una raza de sospechosas alienígenas a las que siempre se les exige más, y a quienes no se perdona algo que es sumamente habitual entre los varones: ser unos zotes. Sólo alcanzaremos la igualdad cuando podamos fracasar tranquilamente sin salir en los titulares de los periódicos.

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