Cartas al director

Peras al olmo

Llega la Navidad. Como todos los años, los bancos nos recuerdan que estamos en las últimas semanas para poder rebajar nuestras sufridas bases imponibles. Hasta ahora, todo correcto. Me sorprende un anuncio de Argentaria en el que aparece gente joven (y guapa, por supuesto) poniendo la mano mientras le llueven del cielo fajos de billetes (se supone que por haber contratado algún plan de pensiones de esa casa). Al final del anuncio añaden: "y si está jubilado...", como si hubiese otra opción para disfrutar sus beneficios (aparte de una invalidez permanente). ¿Acaso Argentaria posee el secreto de...

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Llega la Navidad. Como todos los años, los bancos nos recuerdan que estamos en las últimas semanas para poder rebajar nuestras sufridas bases imponibles. Hasta ahora, todo correcto. Me sorprende un anuncio de Argentaria en el que aparece gente joven (y guapa, por supuesto) poniendo la mano mientras le llueven del cielo fajos de billetes (se supone que por haber contratado algún plan de pensiones de esa casa). Al final del anuncio añaden: "y si está jubilado...", como si hubiese otra opción para disfrutar sus beneficios (aparte de una invalidez permanente). ¿Acaso Argentaria posee el secreto de la juventud eterna, o quizá sus publicistas desconocen la liquidez de los planes de pensiones? También puede ser que los afortunados jóvenes que disfrutan del dinero sean viudos o viudas herederos del partícipe muerto. En este último caso, la sonrisa me parece excesiva, aunque sólo sea por respeto al difunto que les nombró beneficiarios. La poca seriedad del anuncio puede inducir a muchos ahorradores a participar en un fondo de pensiones sin conocer que, independientemente del ahorro fiscal de entrada (a la salida es otro cantar, que más que cante es grima), el fondo no tiene más liquidez que el crédito que la entidad puede o no conceder al partícipe.Señores bancarios: no piensen sólo en cubrir los objetivos del año. Claro que eso sería como pedirle peras al olmo o, lo que es lo mismo, desinterés a un banco.- . .

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