Una alarma en la cabina impidió ayer el lanzamiento del "Endeavour"
La misión de montaje de la estación espacial reintenta hoy su despegue
Una alarma que sonó en la cabina del transbordador Endeavour cuatro minutos antes del encendido de los motores del cohete impidió ayer por la mañana el lanzamiento de la nave. En ella tienen que despegar el primer módulo estadounidense de la Estación Espacial Internacional (ISS) y los astronautas encargados de ensamblarlo al módulo ruso Zariá, ya en órbita. Los responsables de Cabo Cañaveral aplazaron para hoy el lanzamiento.
La alarma saltó por una anomalía en uno de los sistemas hidráulicos de la nave porque la presión era demasiado alta. Tan milimétrica es la operación de caza que el...
Una alarma que sonó en la cabina del transbordador Endeavour cuatro minutos antes del encendido de los motores del cohete impidió ayer por la mañana el lanzamiento de la nave. En ella tienen que despegar el primer módulo estadounidense de la Estación Espacial Internacional (ISS) y los astronautas encargados de ensamblarlo al módulo ruso Zariá, ya en órbita. Los responsables de Cabo Cañaveral aplazaron para hoy el lanzamiento.
La alarma saltó por una anomalía en uno de los sistemas hidráulicos de la nave porque la presión era demasiado alta. Tan milimétrica es la operación de caza que el Endeavour tiene que hacer en órbita para capturar el módulo ruso, que el transbordador no puede partir de la Tierra en cualquier momento, sino en un margen muy corto de tiempo (diez minutos) para tomar la trayectoria orbital correcta y acercarse al Zariá. Pasado ese tiempo no se repite la llamada ventana de lanzamiento hasta 24 horas después. Ayer, la alarma obligó a los responsables a detener la cuenta atrás del despegue por precaución, y cuando la presión del sistema hidráulico bajó al nivel normal y se quiso reanudar la secuencia previa al encendido del cohete era demasiado tarde: la ventana había pasado, por pocos segundos, y hubo que aplazar el lanzamiento hasta las 9.30 de hoy, hora peninsular española.Los técnicos revisaron ayer el sistema hidráulico anómalo, uno de los varios dispositivos de este tipo que se encargan en el transbordador de funciones como mover las toberas del cohete o abrir el tren de aterrizaje.
Los seis astronautas del Endeavour y el nodo-1, Unity, que va en la bodega de la nave, acumulan así un día más de aplazamiento en la ya muy retrasada misión. La incertidumbre sobre el lanzamiento se mantuvo ayer casi hasta el último momento por las condiciones meteorológicas adversas, que mejoraron al despejarse el cielo. Para el despegue de la nave, la visibilidad en la zona tiene que ser de 2.438 metros como mínimo. La predicción del tiempo para hoy es mejor que en días anteriores.
Pero si vuelve a surgir algún problema que impida el despegue del Endeavour, las cosas se complican, aunque se puede intentar de nuevo mañana sábado e incluso el domingo. De no ser así, esta primera misión de montaje de la ISS corre el riesgo de retrasarse hasta después de las fiestas navideñas, ya que el cielo de Cabo Cañaveral quedará cerrado para el transbordador después del domingo debido al lanzamiento de un cohete Delta previsto para el próximo día 8.
En ese caso, la NASA puede aplazar la misión del Endeavour para enero y ahorrarse los millones de dólares que supondría mantener en sus puestos durante Navidades a varios centenares de personas necesarias para el lanzamiento y para el seguimiento y control de la misión, de 11 días de duración. Sólo el retraso de 24 horas del despegue del transbordador supone un coste añadido de 600.000 dólares (unos 87 millones de pesetas) en combustible y operaciones.