Una antológica de Manuel Rivera enseña las claves de un artista cíclico

La gran antológica de Manuel Rivera (Granada, 1927-Madrid, 1995), que se inaugurará hoy en el convento de Santa Inés de Sevilla, permite seguir la trayectoria del artista, uno de los españoles con más reconocimiento internacional. La muestra, que se realizó en abril de 1997 en el Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, incluye 50 pinturas, 20 obras sobre papel y las dos únicas esculturas que realizó Rivera, a quien muchos llaman el artista de la tela metálica. "Es muy interesante ver cómo, al final de su vida, retomó temas que había tocado al principio", dice la comisaria María José Salazar.
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La gran antológica de Manuel Rivera (Granada, 1927-Madrid, 1995), que se inaugurará hoy en el convento de Santa Inés de Sevilla, permite seguir la trayectoria del artista, uno de los españoles con más reconocimiento internacional. La muestra, que se realizó en abril de 1997 en el Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, incluye 50 pinturas, 20 obras sobre papel y las dos únicas esculturas que realizó Rivera, a quien muchos llaman el artista de la tela metálica. "Es muy interesante ver cómo, al final de su vida, retomó temas que había tocado al principio", dice la comisaria María José Salazar.

"Las salas de Santa Inés son perfectas para esta exposición porque permiten ofrecer un recorrido cronológico de forma que el público apreciará cómo llegó Rivera a sus distintas etapas", comenta la comisaria María José Salazar. La exposición, que permanecerá abierta hasta el 20 de enero, se ha colgado entera, con el mismo número de obras que se presentó el año pasado en el Reina Sofía de Madrid. La muestra ha estado también en Santillana del Mar (Cantabria) y Granada, pero en ninguna de las dos salas se expuso completa. La exposición, que en Sevilla se ha realizado en colaboración con el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, muestra piezas muy poco conocidas como los óleos expresionistas de la década de los cincuenta y las composiciones abstractas que firmaba cuando, en 1957, formó el grupo El Paso junto a Chirino, Saura, Millares y Canogar, entre otros. El informalismo de aquellos años fue el germen de la pintura sobre telas metálicas, una técnica con la que se hizo famoso en todo el mundo. Sus obras forman parte de museos como la Tate Gallery de Londres, el Guggenheim de Nueva York, el de Arte Moderno de la Villa de París o el Museum of Modern Art de Nueva York, en el que también expuso en 1960. La exposición incluye Composición 8, la primera tela metálica que realizó Rivera en 1956 y que pertenece a un coleccionista privado alemán. Es una obra muy simple de superposición de materiales, sin volumen. "Hemos conseguido que nos presten piezas espléndidas como Huella en el espejo 3, con la que ganó la Bienal de Arte de Tokio en 1964", comenta Salazar.

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