Borrell afirma que un Ejecutivo vasco sin socialistas sería "más inestable y radical"
José Borrell, candidato a la presidencia del Gobierno por el PSOE, e Iñaki Anasagasti, portavoz del PNV en el Congreso, polemizaron ayer en los pasillos de la Cámara. Borrell aseguró que un Ejecutivo vasco que no incluyera al PSE sería "preocupante" porque resultaría "más inestable, más radicalizado en las posiciones nacionalistas y menos plural". Poco después, Anasagasti calificó a Borrell de "jacobino" y le acusó de "no tener ni idea" sobre el nuevo Gobierno de Vitoria y de poseer una visión de la política que le hace considerar a los demás como "pigmeos".
En declaraciones a un grupo ...
José Borrell, candidato a la presidencia del Gobierno por el PSOE, e Iñaki Anasagasti, portavoz del PNV en el Congreso, polemizaron ayer en los pasillos de la Cámara. Borrell aseguró que un Ejecutivo vasco que no incluyera al PSE sería "preocupante" porque resultaría "más inestable, más radicalizado en las posiciones nacionalistas y menos plural". Poco después, Anasagasti calificó a Borrell de "jacobino" y le acusó de "no tener ni idea" sobre el nuevo Gobierno de Vitoria y de poseer una visión de la política que le hace considerar a los demás como "pigmeos".
En declaraciones a un grupo de periodistas durante el primer día de la jornada de puertas abiertas en el Congreso con motivo del 20º aniversario de la Constitución, José Borrell aseguró que "sería preocupante" la formación de un Gobierno vasco sin los socialistas. "Si eso acabara siendo así", añadió, "lo lamentaríamos, pero todo parece confirmar lo que nos temíamos: el PNV tiene que escoger entre HB y los socialistas y parece que más bien prefiere escoger a HB como compañero de Gobierno". Borrell explicó que los socialistas han querido estar en el Ejecutivo de Vitoria para llevar a cabo desde él una política que conduzca al "reconocimiento plural" de ese país, así como al encauzamiento de las negociaciones de paz para acabar "definitivamente" con la violencia etarra dentro del marco de la Constitución y el Estatuto. No obstante, agregó que si, finalmente, los nacionalistas vascos prefieren formar Gobierno con "HB o sus sucesores" es, a su juicio, una "opción distinta y ciertamente preocupante", por lo que supone de "más inestabilidad y menos pluralidad" y porque, además, plantea para el futuro "preocupaciones graves".Respecto al anuncio de Euskal Herritarrok (EH) de que participará en las instituciones vascas, Borrell abogó por concederles el beneficio de la duda. "¡Qué más queremos que todos se integren en el juego democrático!", exclamó.
El dirigente socialista dijo que a lo que se aspira es a que todos ejerzan su actividad política dentro de las reglas del juego democrático. "Quien declara la voluntad de hacerlo, bienvenido sea", apostilló.
Finalmente, sobre el supuesto inicio de contactos del Gobierno con ETA, desmentidos oficialmente, Borrell se mostró partidario de no hacer comentarios públicos sobre este tipo de cosas. "Si se quiere participar en un proceso de estas características, hay que hacerlo con enorme discreción", concluyó.
"Como pigmeos"
Poco después, Anasagasti replicó a Borrell acusándole de "no tener ni idea" del proceso de formación del nuevo Gobierno vasco y de poseer una visión de la política que le hace considerar a los demás como "pigmeos".La respuesta del dirigente peneuvista tuvo fuertes componentes de ataque personal a Borrell, ya que para descalificarle puso como prueba de su actitud que en un debate, ayer, en Antena 3 Televisión, estuvieron presentes todos los portavoces de los grupos, excepto él: "Sólo se mide con José María Aznar. Y una persona que tiene esa visión de la política, observando a todo el mundo desde arriba como si los demás fuésemos pigmeos, que haga ese tipo de valoración, significa que no tiene ni idea de lo que está ocurriendo, porque hubo un Gobierno monocolor, que fue el del PNV, del año 80 al 86 y no pasó absolutamente nada".
Para Anasagasti, lo importante ante la formación del Ejecutivo vasco es que no haya violencia. En su opinión, Borrell "se tiene que dar cuenta, de una vez por todas, de que lo que importa es la tregua de ETA y no que hable de radicalismo". Añadió que ojalá el dirigente socialista fuera más radical a la hora de cumplir la Constitución y el Estatuto de Gernika, ya que cree que cuando fue ministro de Obras Públicas no ayudó a ello con decisiones como una ley de puertos con la que pretendía "potenciar el de Madrid frente a puertos del propio Estado".
Anasagasti concluyó que Borrell, "desde su jacobinismo irredento, no tiene mucha legitimidad para hablar de radicalidad".