La dirección nacional del PP zanjará la crisis del partido en Guipúzcoa

La dirección nacional del PP decidirá esta misma semana si los populares guipuzcoanos celebran o no un congreso extraordinario. Tal vez sea ésta la única solución para zanjar los problemas internos que viene arrastrando el partido en Guipúzcoa desde 1996. Sólo la especial situación vivida por los cargos del PP debido a la presión de ETA sobre ellos ha permitido que las desavenencias personales que han alimentado la crisis permanecieran soterradas.

El presidente del PP en el País Vasco, Carlos Iturgaiz, anunció ayer que será el comité ejecutivo nacional el que tomará en los próximos día...

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La dirección nacional del PP decidirá esta misma semana si los populares guipuzcoanos celebran o no un congreso extraordinario. Tal vez sea ésta la única solución para zanjar los problemas internos que viene arrastrando el partido en Guipúzcoa desde 1996. Sólo la especial situación vivida por los cargos del PP debido a la presión de ETA sobre ellos ha permitido que las desavenencias personales que han alimentado la crisis permanecieran soterradas.

El presidente del PP en el País Vasco, Carlos Iturgaiz, anunció ayer que será el comité ejecutivo nacional el que tomará en los próximos días las "medidas oportunas" para zanjar la crisis que arrastra el PP en Guipúzcoa. Iturgaiz; el coordinador general del PP, Ángel Acebes, y el presidente de los populares guipuzcoanos, Ricardo Hueso, se reunirán mañana, viernes, para poner fin a un conflicto que comenzó a fraguarse en 1996 y que se ha agudizado en vísperas de la campaña electoral al Parlamento vasco. Iturgaiz señaló que ya "no es una cuestión de seguir poniendo parches al conflicto", sino que hay que poner una "solución definitiva al problema". "Ahora es el momento idóneo para cerrar la crisis y lo vamos a hacer en los próximos días, tomando las medidas oportunas para que se cierre esa página", recalcó. En la ejecutiva provincial de Guipúzcoa, formada por 42 miembros, existen profundas diferencias personales difíciles de conciliar, según reconocen personas alineadas en uno u otro sector. Por ello, el presidente del PP en Guipúzcoa, Ricardo Hueso, cree que la solución más adecuada es un congreso extraordinario que decida quién tiene la mayoría y el control en el partido. Los problemas internos se agravaron la pasada semana con la elección del nuevo secretario general, Juan Carlos Araniguría, concejal en Tolosa. Fue elegido en una reunión en la que 9 de los 32 miembros presentes se inhibieron en la votación por discrepancias con Hueso y amenazaron con dimitir. Ninguno de ellos lo ha hecho hasta el momento. "Siempre dicen que van a dimitir y nunca lo hace. Tal vez si lo hiciesen de verdad acabaría el problema", aseguró el presidente del PP de Guipúzcoa. Problema crónico Ricardo Hueso asegura que no se van a adoptar medidas disciplinarias contra los que mantienen posiciones críticas, porque "enrarecería el ambiente". El congreso ordinario está previsto para noviembre de 1999. Hueso fue elegido presidente en 1996, al frente de una ejecutiva de consenso de las dos corrientes que existen en el partido. Sin embargo, no ha contado con el suficiente carisma para acercar sus posturas. Otro hito de la crisis fue la elaboración de las candidaturas al Parlamento vasco. El comité electoral del País Vasco desautorizó la lista propuesta desde Guipúzcoa, en la que habían sido desplazados a puestos irrelevantes a varios miembros del partido que discrepan con Hueso. El PP cuenta en Guipúzcoa con 1.250 afiliados, la mayoría de ellos de reciente inscripción. En las autonómicas, obtuvo cuatro de sus 16 parlamentarios en este territorio, en cuya capital fue la fuerza más votada.

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