Mal sueño

Soy una chica de 22 años que intenta abrirse camino en el país del imposible, donde el sistema favorece cada vez más al empresario y hunde al trabajador.El pasado día 13 de octubre comencé a prestar mis servicios a una empresa aseguradora (como televendedora de seguros) a través de una ETT.

Al cabo de una semana caí enferma debido a una infección en las vías respiratorias, lo que me dificultaba enormemente la respiración, acompañada de afonía. Puesto que mi labor consistía en la venta por teléfono, no pude asistir al trabajo en dos días, dadas las circunstancias en las que me encontraba...

Soy una chica de 22 años que intenta abrirse camino en el país del imposible, donde el sistema favorece cada vez más al empresario y hunde al trabajador.El pasado día 13 de octubre comencé a prestar mis servicios a una empresa aseguradora (como televendedora de seguros) a través de una ETT.

Al cabo de una semana caí enferma debido a una infección en las vías respiratorias, lo que me dificultaba enormemente la respiración, acompañada de afonía. Puesto que mi labor consistía en la venta por teléfono, no pude asistir al trabajo en dos días, dadas las circunstancias en las que me encontraba.

Cuál fue mi sorpresa cuando al segundo día de enfermedad me llaman de la ETT diciendo que estoy despedida por finalizar la campaña, cuando precisamente el día anterior al día que caí enferma incorporaron a seis personas más.

Me asesoré legalmente, con el resultado siguiente: la ETT estaba en su derecho de despedirme, puesto que yo estaba en periodo de prueba (el cual, por cierto, es de 45 días), aunque me encontrase enferma y con mis correspondientes justificantes del médico.

"España va bien". El Inem no funciona y las ETT acaparan el mercado laboral, creándonos día tras día una inestabilidad, incertidumbre y frustración cada vez más grandes. ¿Por cuánto tiempo nos van a tener así?

Aún tengo la esperanza de que algún día no muy lejano esta carta tan sólo forme parte de un mal y breve sueño que tuvo el pueblo español.-