Me animo
Enterado por EL PAÍS de la formación de la plataforma 99 razones para cambiar de alcalde, me animo a exponerles, si ustedes y los lectores lo creen oportuno, algunas de mis razones para botar al señor Álvarez del Manzano, al que adelanto mis disculpas por si algún tema escapa de su cometido, no soy un experto en temas municipales, sólo un ciudadano de a pie.La primera razón (definitiva) la leo en un artículo del alcalde publicado en EL PAÍS del 18 de enero de 1998, en uno de cuyos párrafos dice: "Madrid tiene todavía muchos problemas, y el principal para mí es la existencia de personas ...
Enterado por EL PAÍS de la formación de la plataforma 99 razones para cambiar de alcalde, me animo a exponerles, si ustedes y los lectores lo creen oportuno, algunas de mis razones para botar al señor Álvarez del Manzano, al que adelanto mis disculpas por si algún tema escapa de su cometido, no soy un experto en temas municipales, sólo un ciudadano de a pie.La primera razón (definitiva) la leo en un artículo del alcalde publicado en EL PAÍS del 18 de enero de 1998, en uno de cuyos párrafos dice: "Madrid tiene todavía muchos problemas, y el principal para mí es la existencia de personas -inmigrantes o foráneos- que viven sin la dignidad que les corresponde por su condición de personas. No tienen capacidad económica para adquirir una vivienda, ni trabajo, y se sumergen, en contra de su propia voluntad, en el mundo de la droga o de la delincuencia. Y a estas personas hay que ayudarlas".
¿Qué les parece? Para mí tiene tufillo fascistoide. Aseverar de esta manera equivale a decir que "inmigrante o foráneo" es igual a delincuente, y eso ni es cierto ni justo. ¿Pero a quién llama en esta ciudad "inmigrante o foráneo"? ¿Qué le da ese derecho? ¿Dónde ha nacido usted? Siguiendo su aseveración, y en su calidad de "inmigrante o foráneo", ¿a cuál de las actividades que usted describe se ha dedicado? Yo creo que simplemente a arruinar una ciudad (hasta donde le dejemos). Y también creo que juega de "inmigrante o foráneo" en esta alcaldía. No me gusta su forma de actuar. No deseo un alcalde así ni en mi ciudad ni en ninguna.-