La Guardia Civil desarticula una banda de narcotraficantes dirigida por un parado

I.D.P., un desempleado sanluqueño, era el responsable de la organización dedicada al narcotráfico desarticulada ayer por la Guardia Civil en el término municipal de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). Agentes de Sevilla junto a la Sección de Investigación Fiscal y Antidroga de Eritaña y el apoyo de fuerzas de Jerez, desarrollaron la operación. Los agentes se incautaron de un alijo de 874 kilogramos de resina de hachís, que se encontraba oculta entre balas de paja en el interior de una vaqueriza localizada en el Pinar de la Dinamita. Los agentes detuvieron a ocho personas e intervinieron dos vehíc...

I.D.P., un desempleado sanluqueño, era el responsable de la organización dedicada al narcotráfico desarticulada ayer por la Guardia Civil en el término municipal de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). Agentes de Sevilla junto a la Sección de Investigación Fiscal y Antidroga de Eritaña y el apoyo de fuerzas de Jerez, desarrollaron la operación. Los agentes se incautaron de un alijo de 874 kilogramos de resina de hachís, que se encontraba oculta entre balas de paja en el interior de una vaqueriza localizada en el Pinar de la Dinamita. Los agentes detuvieron a ocho personas e intervinieron dos vehículos valorados en siete millones y medio de pesetas. Los detenidos fueron puestos a disposición del juzgado de primera Instancia e Instrucción número uno de Sanlúcar de Barrameda. Laboratorio y almacén Por su parte, policías de Jerez se incautaron en la noche del pasado viernes de media tonelada de hachís al desmantelar un laboratorio y almacén de drogas descubierto en un garaje de la zona sur de la ciudad. La operación pudo llevarse a cabo gracias al aviso de unos agentes judiciales que observaron movimientos sospechosos en el edificio Nuevo Sherry, al que habían acudido para realizar un embargo. Además de los 500 kilos de hachís, la policía encontró más de un kilo de cocaína, cuatro millones y medio de pesetas en metálico y dos automóviles, un turismo y un todoterreno de lujo. El alijo apareció en el maletero del todoterreno, mientras que en los cuartos trasteros de las dos plazas de garaje propiedad de los narcos se dio con el instrumental de laboratorio destinado a la comprobación y preparación de las sustancias estupefacientes. Los traficantes huyeron poco antes de llegar la policía alertados por la presencia de los agentes judiciales.