"Ése es un maestro de la navaja"

Victoria Horcajada, madre del fallecido Alberto Guindo, mostró ayer durante el juicio un rostro desencajado por el dolor, igual que su marido. Victoria interrumpió varias veces el desarrollo del juicio disconforme con el implacable interrogatorio al que sometió la defensa a los jóvenes que compartieron con Alberto Guindo la tragedia de la calle del Barquillo.

Al final del juicio, con lágrimas en los ojos, Victoria indicó a los periodistas: "La víctima es mi hijo; ése es un asesino, un maestro en el uso de la navaja. El informe del forense dice claramente la saña con que acuchilló a ...

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Victoria Horcajada, madre del fallecido Alberto Guindo, mostró ayer durante el juicio un rostro desencajado por el dolor, igual que su marido. Victoria interrumpió varias veces el desarrollo del juicio disconforme con el implacable interrogatorio al que sometió la defensa a los jóvenes que compartieron con Alberto Guindo la tragedia de la calle del Barquillo.

Al final del juicio, con lágrimas en los ojos, Victoria indicó a los periodistas: "La víctima es mi hijo; ése es un asesino, un maestro en el uso de la navaja. El informe del forense dice claramente la saña con que acuchilló a mi hijo en el corazón. Es mentira que mi hijo y sus amigos sean rapados". Alberto Guindo cayó fulminado tras recibir la cuchillada en el corazón.

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Antes, durante y al final del juicio varias decenas de jóvenes permanecieron concentrados ante la Audiencia Provincial para reclamar la puesta en libertad del acusado. Llevaban pancartas. En los días previos al juicio han aparecido carteles y pasquines en varias calles de Madrid de solidaridad con el acusado.

En la sesión del juicio de ayer, que hoy proseguirá con los interrogatorios de nuevos testigos, declararon todos los amigos que acompañaban a Alberto Guindo la madrugada del crimen. Uno de ellos aseguró que vio al acusado sacar la navaja y acuchillar a Alberto Guindo cuando éste se limitaba a "tranquilizar" a la chica.

Una testigo puso en entredicho este testimonio. Indicó que aquella noche vio a dos chicos "peleándose" [en alusión al acusado y a Roberto], y a otros "muy alterados" en torno a ellos. Y que, a unos 15 metros, vio cómo "una chica [la novia del acusado] pegaba a un chico [el fallecido] y que éste también le pegaba". Luego aclaró que le causó extrañeza ver la contudencia con que el chico pegaba a la novia del acusado: "La tenía cogida por el cuello, debajo de su brazo, y le golpeaba con la otra mano".

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