Tribuna:

Se imponen las dudas

La inesperada decisión del Banco de España de anunciar una rebaja de los tipos de interés de un cuarto de punto, hasta el 3, 50%, en la doble subasta de esta mañana, provocó una reacción puntual en la Bolsa española, que al final de la sesión hizo causa común con los criterios del banco emisor y se doblegó a la tendencia dominante en Europa.

Al cierre, la jornada dejó mal sabor de boca a los inversores, porque los que vendieron a la apertura vendieron poco, y los que compraron compraron mal, un error que, con algunas variantes, se repite cada día en la Bolsa, como señalaba un estudioso ...

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La inesperada decisión del Banco de España de anunciar una rebaja de los tipos de interés de un cuarto de punto, hasta el 3, 50%, en la doble subasta de esta mañana, provocó una reacción puntual en la Bolsa española, que al final de la sesión hizo causa común con los criterios del banco emisor y se doblegó a la tendencia dominante en Europa.

Al cierre, la jornada dejó mal sabor de boca a los inversores, porque los que vendieron a la apertura vendieron poco, y los que compraron compraron mal, un error que, con algunas variantes, se repite cada día en la Bolsa, como señalaba un estudioso del mercado, pero que en esta ocasión ha servido para multiplicar los movimientos de los inversores y acercar el volumen del mercado continuo hasta casi los 200.000 millones de pesetas.

En el panorama internacional tampoco hubo grandes cambios, ya que el Bundesbank convocó subasta de repos al tipo invariable del 3, 30%. El Banco de Portugal recortó el precio del dinero 0, 25 puntos, hasta el 4%, y se espera que el Banco de Inglaterra efectúe un ajuste mañana, jueves.

En conjunto, puede afirmarse que en Europa todo sigue su curso, aunque con cierta anticipación, que parece indicar que aún pueden producirse sorpresas respecto de los efectos de la crisis internacional.

En Estados Unidos se dieron a conocer los índices de tendencia (leading indicators) de septiembre, que frenaron la euforia derivada del último dato de crecimiento económico, ya que esta cesta de índices mostraba una situación de estancamiento absoluto respecto del mes de agosto.

Para completar la complejidad del entorno, el Tesoro público decidió ajustar al alza la rentabilidad de los activos a 3 y 10 años, mientras que bajaba los de 30 años.

Al cierre, las dudas de Wall Street y la existencia de algunas plusvalías interesantes en los mercados europeos forzaron una prudente retirada, que restó casi cinco puntos al índice general de la Bolsa de Madrid.

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