"La palabra de Gómez de Liaño era la palabra de Conde", declara un administrador del ex banquero

El ex administrador de la principal sociedad patrimonial de Mario Conde, Asebur Inversiones, y de otra decena de ellas declaró ayer que las instrucciones de Mariano Gómez de Liaño eran para él, durante la gestión de la sociedad, "la palabra de Conde". Luis Antonio Díaz Orueta, administrador de Asebur Inversiones hasta 1994, dijo que llevaba el día a día de las sociedades de Conde y que Gómez de Liaño intervenía en otro tipo de decisiones de carácter menos rutinario. Preguntado si intervenía en calidad de abogado, Díaz Orueta dijo tajantemente que "no" ya que no eran "valoraciones jurídicas" ....

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El ex administrador de la principal sociedad patrimonial de Mario Conde, Asebur Inversiones, y de otra decena de ellas declaró ayer que las instrucciones de Mariano Gómez de Liaño eran para él, durante la gestión de la sociedad, "la palabra de Conde". Luis Antonio Díaz Orueta, administrador de Asebur Inversiones hasta 1994, dijo que llevaba el día a día de las sociedades de Conde y que Gómez de Liaño intervenía en otro tipo de decisiones de carácter menos rutinario. Preguntado si intervenía en calidad de abogado, Díaz Orueta dijo tajantemente que "no" ya que no eran "valoraciones jurídicas" .

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El primero en señalar, con naturalidad, que Mariano Gómez de Liaño le daba instrucciones para realizar, por ejemplo, una serie de créditos de sociedades patrimoniales de Conde a la sociedad instrumental Valyser, dirigida por Eugenio Martínez Jiménez, fue Francisco Cuesta, administrador del patrimonio personal de Mario Conde, al inaugurar la sesión de la mañana.Cuesta dijo que si Valyser fuera de Conde él "lo sabría". El administrador del ex banquero negó la presunta propiedad de Conde sobre el grupo Euman Valyser, cuyas operaciones (Isolux y Promociones Hoteleras) son calificadas como dos presuntas estafas.

Cuesta trabajó como administrador de Conde en el despacho de Asesores en Derecho, propiedad de Gómez de Liaño, para pasar más tarde a la sede de Banesto, primero en el paseo de la Castellana y luego en la calle de Alcalá. Según explicó, se ocupaba de llevar la gestión del día a día de las sociedades; luego presentaba para la revisión de Luis Alfonso Díaz de Orueta algunas de sus decisiones.

Cuesta dijo que tras la entrada de la sociedad suiza Kaneko Holding en Asebur Inversiones, a finales de 1991, todo siguió igual en la sociedad de Conde. Preguntado quien disfrutaba de uno de los principales activos de Asebur Inversiones, la finca los Carrizos de Castilblanco, Cuesta respondió: "La familia Conde".

Cuesta no supo nada, según dijo, de los inversores extranjeros que presuntamente invirtieron y se convirtieron en los accionistas mayoritarios de la sociedad Los Carrizos de Castilblanco: Ge.so.co. y Asebur (100% propiedad de de Kaneko en cierto momento). Se le preguntó si enviaba información a ambas sociedades de accionistas extranjeros y señaló que nunca lo hizo.

Cuesta recordó que tras salir Luis Alfonso Díaz Orueta de Asebur, a mediados de 1994, propuso a la que fue su secretaria en Banesto, Dionisia Canelo, que le sustituyera. Más tarde, Canelo fue sustituida por Rosa María Carreño, que había trabajado para Conde en su despacho de la calle Maldonado, más tarde para Arturo Romaní en su despacho de la calle de Conde de Aranda y también en la Corporación Industrial.

Carreño, asimismo, fue testaferro en la sociedad Gay Cordon, que actuó como instrumental en la presunta estafa llamada operación cementeras (1.500 millones de pesetas). Cuesta, asimismo, relacionó a la suiza Kaneko Holding con el despacho de Gómez de Liaño.

Luis Alfonso Díaz Orueta, según había dicho Cuesta antes, se negó a firmar en 1991 una comfort letter, una carta de respaldo, a favor de Valyser, según exigía el Banco de Progreso, entidad en la que Valyser solicitó un crédito de 300 millones de pesetas para canalizar en la compra de un 40% de Isolux a la Corporación Industrial Banesto.

Díaz Orueta dijo a Cuesta que una carta de ese tipo suponía asumir ciertas obligaciones ante el banco. Por tanto, exigió una instrucción directa de Mario Conde o de Mariano Gómez de Liaño. "Esperaba una llamada de Mario Conde, pero lo que recibí fue la instrucción de Mariano Gómez de Liaño. Para mi era evidente que si Gómez de Liaño daba esa instrucción se debía a que previamente lo había comentado con Mario Conde".

Más tarde, en repetidas ocasiones, ante la insistencia de José Lozano, letrado de Gómez de Liaño, Díaz Orueta, insistió una y otra vez, cada vez con mayor firmeza, que la intervención de Gómez de Liaño en la gestión de Asebur Inversiones y las otras sociedades no era la de abogado. "No se trataba de hacer una valoración jurídica", explicó. Díaz Orueta dijo que la información de Kaneko Holding [sociedad propiedad real de Mario Conde en Suiza] procedía del despacho de Mariano Gómez de Liaño y que cuando llegaban las juntas anuales de Asebur Inversiones, los poderes de Kaneko Holding, accionista inicial del 19% y más tarde del 100% de Asebur, le llegaban de dicho despacho.

Ayer, el ex director regional en Andalucía Occidental de Banesto, Pascual Díez de Rivera, ratificó que recibió instrucciones de Mario Conde o de la secretaría de presidencia para fraccionar 80 millones de pesetas en 165 talones por sumas inferiores a 500.000 pesetas. "Era atípico, fue la única vez que lo hice. Lo apuntamos en sumas a disposición, un cajón de sastre en el que se ingresaban partidas a las que no se le hallaba un destino, para que pudiera utilizar el presidente [Mario Conde] en relación con su finca".

Preguntado por qué había obrado así, señaló que recibió órdenes del propio Mario Conde o de la secretaría del presidente.

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