ELECCIONES EN EL PAÍS VASCO

Cascos exige a ETA que se olvide de manifiestos y que "tire las pistolas"

La primera respuesta del Gobierno al manifiesto público con el que se espera que ETA termine la campaña la pronunció ayer en Sestao (Vizcaya) el vicepresidente primero, Francisco Álvarez Cascos, en su único mitin programado en Euskadi ante estas trascendentales elecciones. Cascos, que escuchó insultos de varios jóvenes de Jarrai, se apropió para el Ejecutivo de José María Aznar de gran parte del mérito de esta tregua. Luego rechazó sin haberlas leído las posibles explicaciones que se aguardan de ETA: "No tienen que hacer discursos ni manifiestos. Es más sencillo. Lo pueden hacer callados. Que ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La primera respuesta del Gobierno al manifiesto público con el que se espera que ETA termine la campaña la pronunció ayer en Sestao (Vizcaya) el vicepresidente primero, Francisco Álvarez Cascos, en su único mitin programado en Euskadi ante estas trascendentales elecciones. Cascos, que escuchó insultos de varios jóvenes de Jarrai, se apropió para el Ejecutivo de José María Aznar de gran parte del mérito de esta tregua. Luego rechazó sin haberlas leído las posibles explicaciones que se aguardan de ETA: "No tienen que hacer discursos ni manifiestos. Es más sencillo. Lo pueden hacer callados. Que tiren las pistolas".

"Que callen definitivamente y que empiecen a hablar con la voz y el pensamiento, lo único que nos distingue de los animales", continuó Álvarez Cascos. El vicepresidente político del Gobierno, con una proyección pública muy larvada en los últimos tiempos, reapareció ayer en Sestao. Cascos aprovechó para adelantar futuras posiciones del Gobierno ante el largo camino que se anuncia tras la tregua de ETA y sobre todo tras el resultado de las elecciones del domingo. El vicepresidente aseguró que para cubrir ese trecho "no hacen falta reuniones ni clandestinas ni públicas" y ratificó que el Gobierno de Aznar estará "dispuesto a dar cumplimiento en la letra y el espíritu al punto diez del Pacto de Ajuria Enea", donde se abren horizontes para una salida dialogada a este sangriento conflicto. Cascos exigió "pruebas con hechos, no con promesas ni adivinaciones".

Fueron las únicas frases inequívocas que Cascos enhebró ayer. El vicepresidente construyó un discurso de 25 minutos que apenas conectó con el auditorio. Dijo muchas cosas pero se notaba que sobre todo quería ocultar muchas mas. Dirigió gran cantidad de mensajes inescrutables a receptores seguramente ausentes.

Sí se entendió cuando el vicepresidente se apropió de una forma exaltada del hipotético éxito que supone la tregua anunciada por ETA. "El PP escuchó al pueblo, oyó al pueblo y siguió los mandatos del pueblo para seguir el camino de la paz". Cascos comparó la oferta de ETA con la bajada de desempleados en el Inem para atribuir ambos efectos a una causa: la política del Ejecutivo que preside Aznar. Por ello requirió el voto para el PP, porque entiende que es una garantía para que todo salga bien tras el 25 de octubre. En esa línea apostilló: "¿De qué depende el resto del avance, de que cambiemos nosotros, los que hemos acertado?".

Cascos se mostró convencido de que iba a ser bien recibido en las calles de Sestao, pese al grupo de 15 radicales que le tildaron de "fascista", "torturador" y "terrorista". Y lo subrayó para presumir de que fue él, con alguno de los dirigentes provinciales presentes en primera fila, el que logró sacar allá por 1990 al PP a las calles del País Vasco.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Sobre la firma

Archivado En