La Iglesia desiste de abrir un centro para necesitados en Alcorcón

Las nueve parroquias de Alcorcón (142.000 habitantes) han desestimado el proyecto de apertura de un centro para indigentes y personas necesitadas en el barrio del Parque de Lisboa ante las recientes protestas y amenazas de los vecinos. El pasado domingo, unas 500 personas tomaron la iglesia de San Saturnino e impidieron la celebración de la misa de las dos de la tarde como medida de presión para evitar la apertura del albergue.La decisión fue comunicada ayer a la comunidad de propietarios del inmueble en el que se encuentra el local y los dos pisos en los que se iba a ubicar el centro de a...

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Las nueve parroquias de Alcorcón (142.000 habitantes) han desestimado el proyecto de apertura de un centro para indigentes y personas necesitadas en el barrio del Parque de Lisboa ante las recientes protestas y amenazas de los vecinos. El pasado domingo, unas 500 personas tomaron la iglesia de San Saturnino e impidieron la celebración de la misa de las dos de la tarde como medida de presión para evitar la apertura del albergue.La decisión fue comunicada ayer a la comunidad de propietarios del inmueble en el que se encuentra el local y los dos pisos en los que se iba a ubicar el centro de acogida Santo Domingo de la Calzada. Por la mañana estaba previsto servir comidas y desayunos y por la tarde se pretendía utilizar para formar a los voluntarios de Cáritas. El arcipreste de Alcorcón, Luis Blanco, manifestó ayer: "Como sacerdote y párroco no puedo ser motivo de discordia y disgregación de una comunidad. La Iglesia ha de promover ámbitos de comunión y no de disputas, agresividad o discordia".

El arcipreste de Alcorcón señaló que todas las parroquias alcorconeras siguen buscando un local "apropiado" y fuera del Parque de Lisboa para levantar "un centro tan necesario para el municipio", similar a los que ya existen en otras localidades.

Los propietarios del edificio en el que se iba a abrir el local se mostraron satisfechos de la decisión de las parroquias, aunque señalaron que les hubiera gustado haber encontrado un lugar adecuado en el que el paso de personas vagabundas o necesitadas no molestara a nadie. "Me voy con mal sabor de boca, porque pensamos que entre la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento, la Iglesia y nosotros podríamos sacar un lugar para instalar este centro de atención", explicó el presidente de la comunidad de propietarios, Francisco Ruiz. Los vecinos protestaron porque, en su opinión, el local sólo se podía dedicar a oficinas. Argumentaron además que aumentaría la delincuencia y la mendicidad en el barrio. Algunos llegaron incluso a alegar que bajaría "de forma grave" el precio de los pisos.

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