Tribunal de opciones y oposición a los tribunales

Imagínese que usted aprobó unas oposiciones hace diez o veinte años -o más- y que lo/la llaman del ministerio para formar parte de un tribunal durante sus vacaciones. Seguro que iría a regañadientes no sólo porque ese compromiso le interrumpiría su descanso estival, sino que también sería consciente de la responsabilidad que un sorteo le ha deparado. En efecto, tendría que juzgar el futuro profesional de unos candidatos que llevan años preparándose y estudiando un largo temario del cual, al fin y al cabo, usted sólo tiene unos cuantos recuerdos. Lógicamente, desde que consiguió la plaza, usted...

Imagínese que usted aprobó unas oposiciones hace diez o veinte años -o más- y que lo/la llaman del ministerio para formar parte de un tribunal durante sus vacaciones. Seguro que iría a regañadientes no sólo porque ese compromiso le interrumpiría su descanso estival, sino que también sería consciente de la responsabilidad que un sorteo le ha deparado. En efecto, tendría que juzgar el futuro profesional de unos candidatos que llevan años preparándose y estudiando un largo temario del cual, al fin y al cabo, usted sólo tiene unos cuantos recuerdos. Lógicamente, desde que consiguió la plaza, usted se ha dedicado a leer y a estudiar los temas que más le interesan, dejando de lado los otros. Seguro que se sentiría algo molesto.Nadie duda de que para aprobar unas oposiciones, sean cuales sean, se necesita una buena dosis de suerte y que entran en juego muchos -demasiados- factores externos: desde el tema sorteado hasta la hora de presentación. Pues, si el candidato tiene la fortuna de que le toque el tema que más le apasiona, que mejor domina, un tema en el cual lleva trabajando mucho tiempo y que le permita lucirse, también necesita que los miembros de su tribunal sepan algo de este tema; en caso contrario, todos sus conocimientos no le valdrán de nada.

Hace poco leí una publicidad de un centro de documentación de estudios y oposiciones que se enorgullece de que "nuevamente se puso de manifiesto que la mayoría de los tribunales tomaron como referencia nuestros materiales: temas, planteamientos didácticos y ejercicios, así nos lo han manifestado muchos alumnos". Tal vez sea verdad. Sin duda, algunos de los miembros de los tribunales, avisados tarde de la inmensa responsabilidad que iba a recaer en ellos, echen mano de los temarios preparados por algunas academias. ¡Qué pena! Basta con leer unas pocas páginas de algunos de los temas de cierta especialidad para sentir vergüenza ajena por la persona que se atrevió a firmar tales incongruencias. Y todo eso sólo atañe la parte "oposición". Sin duda, habría algo que decir referente a la parte "concurso de méritos". Pero dejémoslo así.-