TREGUA DE ETA

González recomienda a Aznar que gobierne "aunque sea por un rato"

Los socialistas continúan sin poder contener su enfado con el Gobierno. El PSOE le reprocha al jefe del Ejecutivo, José María Aznar, que no les hizo caso cuando advirtieron que ETA estaba fraguando una oferta de tregua. El ex presidente del Gobierno Felipe González pidió ayer a su sucesor en La Moncloa que "gobierne aunque sea por un rato, ya que el escenario político de España ha cambiado; no sólo por el anuncio de tregua, que sólo ha puesto el foco para iluminar ese escenario".

Una vez más desde que Felipe González dejara de ser el número uno de todas las instancias del partido, en el...

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Los socialistas continúan sin poder contener su enfado con el Gobierno. El PSOE le reprocha al jefe del Ejecutivo, José María Aznar, que no les hizo caso cuando advirtieron que ETA estaba fraguando una oferta de tregua. El ex presidente del Gobierno Felipe González pidió ayer a su sucesor en La Moncloa que "gobierne aunque sea por un rato, ya que el escenario político de España ha cambiado; no sólo por el anuncio de tregua, que sólo ha puesto el foco para iluminar ese escenario".

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Una vez más desde que Felipe González dejara de ser el número uno de todas las instancias del partido, en el PSOE conviven dos o tres líneas argumentales sin que ello produzca la menor alteración. De hecho, los dirigentes socialistas aseguran que todas ellas son perfectamente compatibles. Así, a nadie extrañó en exceso que en la tarde de ayer el ex presidente del Gobierno, Felipe González, no se mostrara muy amable con su sucesor en La Moncloa, José María Aznar.En realidad sus reproches no fueron distintos de los que hizo el secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, poco después de salir el lunes de la reunión con Aznar el lunes pasado, pero sí tuvieron un tono más irónico. A González no le parece que Aznar esté actuando correctamente y opina que el jefe del Ejecutivo no debería sentirse muy satisfecho por la actuación de sus socios parlamentarios, CiU y PNV, ya que sin que él se enterara han preparado, primero la declaración de Barcelona y, después, la declaración de Lizarra.

En este sentido, y en perfecta sintonía con la línea oficial del partido, González diferencia la oferta de tregua de las exigencias de los nacionalistas para ampliar o modificar radicalmente el encaje de sus comunidades en España.

"El señor Aznar debiera presidir el Gobierno aunque fuera por un rato en una situación en la que el escenario político de España ha cambiado". "Este escenario", continuó González "no ha cambiado por el anuncio de tregua de ETA, que sólo ha puesto un foco para iluminar ese escenario que ha cambiado".

A continuación, el ex presidente se explayó en la reprimenda a Aznar por no haber pedido a sus socios mayor lealtad. "¿Quienes dan al Gobierno la mayoría para la gobernabilidad? ¿En qué consiste la gobernabilidad? ¿O es que la ayuda de sus socios sólo les sirve para solucionar la crisis asiática?", ironizó. González, después de concatenar estas preguntas afirmó: "Lo que está ocurriendo es muy serio, incluida la oferta de tregua y no se arregla mirando para el techo".

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La trascendencia que González da a la oferta de tregua y a las exigencias de las formaciones nacionalistas es máxima, según reconocen personas del entorno del ex número uno socialista. El ex presidente estuvo reunido con Joaquín Almunia, secretario general del PSOE, en el despacho de éste último en la calle Ferraz, a su regreso de la entrevista con José María Aznar. La reunión del secretario general y su antecesor continuó ayer en el Congreso de los Diputados. Toda la tarde estuvieron juntos, con breves interrupciones para votar, entre otros asuntos, a favor de la despenalización de un cuarto supuesto de aborto.

Pero no sólo González estápreocupado por la posibilidad de que al socaire de la tregua de ETA los nacionalistas fuercen un debate sobre la estructura de España. En la reunión que celebró ayer a puerta cerrada el Grupo Parlamentario Socialista varios diputados tomaron la palabra para hacer referencia a este asunto.

Algunos de los intervinientes llegaron a proponer que se estrechen, si fuera preciso, las relaciones con el Partido Popular para defender la actual estructura territorial. Incluso, llevando esta posición al límite, el diputado madrileño y ex ministro de Obras Públicas Javier Sáenz de Cosculluela aventuró la posibilidad de formar un gobierno de coalición con los conservadores en defensa de la Constitución y los estatutos autonómicos. Otro diputado, el extremeño Francisco Fuentes, comparó la situación que se generaría de abrirse un debate de esta naturaleza sobre la estructura del Estado con el 23-F.

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