Cartas al director

Indefendible

Quisiera mostrar mi desagrado por el empeño de Mario Vargas Llosa en defender lo indefendible para el caso Lewinsky.1.Comienza su artículo en EL PAÍS con un ataque a Betty Friedam y otras "ex feministas" por el hecho de no apoyar a las señoras Jones, Lewinsky, etcétera. Ignora Vargas Llosa que una feminista, y cualquier persona civilizada, está en contra del acoso sexual, pero a favor de la máxima libertad sexual entre adultos y, por supuesto, están en contra del medro a través del sexo.

Si se desmostrase -y no se ha demostrado- que Clinton hizo uso -coactiva o persuasoriamente- ...

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Quisiera mostrar mi desagrado por el empeño de Mario Vargas Llosa en defender lo indefendible para el caso Lewinsky.1.Comienza su artículo en EL PAÍS con un ataque a Betty Friedam y otras "ex feministas" por el hecho de no apoyar a las señoras Jones, Lewinsky, etcétera. Ignora Vargas Llosa que una feminista, y cualquier persona civilizada, está en contra del acoso sexual, pero a favor de la máxima libertad sexual entre adultos y, por supuesto, están en contra del medro a través del sexo.

Si se desmostrase -y no se ha demostrado- que Clinton hizo uso -coactiva o persuasoriamente- del poder público para arrancar de esas mujeres su privativo placer, Friedam y muchos más reprobaríamos las actividades sexuales del señor presidente.

Si hubo relaciones libres entre adultos, sean cuales sean sus respectivos cargos y prebendas, a todos los demás lo que nos toca es callar; lo cual, ciertamente, se hace difícil desde el momento en que uno -una- de ellos inicia acciones con retraso de ocho años y, mientras vende exclusivas, se deja financiar por fundaciones de extrema derecha.

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Y si queda claro que uno -una- de los partenaires sexuales tenía mucho que ganar profesionalmente con "inapropiadas relaciones", cuanto a más alto nivel mejor, y ha demostrado ser tan meticulosa que las hace grabar magnetofónicamente a cargo de una enemiga política del presidente, y tan higiénica que conserva durante tres años en su ropero la "huella del cri(se)men"..., la verdad es que me explico la actitud de Betty Friedam y las verdaderas feministas.

2.Vargas sigue atacando: ahora a los "progres", en su acepción más peyorativa. Supone que si el cazado en la tesitura clintoniana hubiese sido Reagan u otro conservador, la jauría progresista se habría ensañado.

Pediría yo a Vargas un sólo dato histórico para tan severo juicio de intenciones: no recuerdo yo que vez alguna, "los liberales" a la americana (un tanto distantes del "liberal" Vargas Llosa) o los socialdemócratas a la europea, etcétera, hayan metido la nariz en las intimidades sexuales de sus adversarios.

Salvo supuesto, en los casos de evidentes conexiones políticas (espionaje, revelación de secretos oficiales, etcétera), conexiones que ni siquiera el fiscal Starr ha insinuado en su indagación sobre Clinton.

Esto así, sólo queda una magna instrucción procesal sobre el hecho de si -a tenor de la particular legislación de EE UU- cabe acusar de perjurio y de obstrucción a la justicia a un señor que, al hilo de un procedimiento distinto y a punto de archivarse, niega en defensa propia, y aunque sea mendazmente, relaciones sexuales con una señorita Lewinsky que -nadie lo duda tampoco- las consiente.

(El ciudadano español Mario Vargas Llosa, antes de acusarnos "al resto del mundo" -y, por tanto, a sí mismo, al lector y a mí-, de "rencorosa envidia" respecto a los EE UU, debería repasar la legislación de una modesta democracia cual la española, donde constitucionalmente "se garantiza la intimidad personal y familiar", "nadie está obligado a declarar contra sí mismo", ni a "confesarse culpable"; donde, legislativamente, al religioso "juramento" se le equipara a la laica "promesa", donde aquél "se tiene por no puesto" en los contratos, etecétera).

3. La "prescindibilidad" de los líderes de que, pöpperianamente, quiere Vargas ejemplarizarnos en EE UU y que sitúa en el excepcionalismo impeachement, se da todos los días en las democracias restantes a base de investiduras, control parlamentario, mociones de censura, etcétera; y los gobernantes vienen y van sin que pase nada, sin que tengan que contar sus vivencias sexuales a un jurado y a un fiscal con plenos poderes para escarbar en lo más íntimo.

Eso se llama, y lo voy a escribir en minúsculas para no enfatizar, inquisición, y que Vargas Llosa lo defienda hoy nos aclara bastante sobre privatizaciones y privacidades.- . Diputado honorario del Parlamento Europeo.

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