Una banda china estafaba a Telefónica con móviles "clonados"
Los locutorios telefónicos clandestinos desde los que los emigrantes llaman a sus países con poco dinero han pasado a la historia. Una banda china ha importado un sistema más moderno, consistente en clonar (sacar una copia) un teléfono móvil analógico desde el que se llama a lejanos países y cuyo coste asume el dueño del teléfono copiado. La policía ha detenido en Barcelona y Alicante a 18 ciudadanos chinos acusados de un fraude continuado y millonario a Telefónica mediante este nuevo sistema.
Los agentes del Grupo 5 de la Udyco, del Cuerpo Nacional de Policía, explican que es la primer...
Los locutorios telefónicos clandestinos desde los que los emigrantes llaman a sus países con poco dinero han pasado a la historia. Una banda china ha importado un sistema más moderno, consistente en clonar (sacar una copia) un teléfono móvil analógico desde el que se llama a lejanos países y cuyo coste asume el dueño del teléfono copiado. La policía ha detenido en Barcelona y Alicante a 18 ciudadanos chinos acusados de un fraude continuado y millonario a Telefónica mediante este nuevo sistema.
Los agentes del Grupo 5 de la Udyco, del Cuerpo Nacional de Policía, explican que es la primera vez en España que se detecta un fraude a partir de la clonación de teléfonos móviles. La banda disponía de modernos aparatos electrónicos para barrer las frecuencias de los teléfonos móviles analógicos, los más antiguos, y lograr con ello los códigos secretos que esconden estos aparatos. Cuando una persona hace una llamada telefónica, sea desde un teléfono fijo o desde un móvil, junto con los tonos de llamada y la voz, por debajo, escondido a los sentidos humanos, se envía también el código interno del aparato desde el que se realiza. Si no, ¿cómo podría Telefónica, por ejemplo, conocer la duración de una llamada y a quién tiene que cobrarle la conferencia? Se trata, pues, de obtener estos códigos secretos, el ADN del aparato. Y la información interna más fácil de lograr es la que contienen los teléfonos móviles analógicos. Estos aparatos emiten sus tonos y frecuencias en cadena y sin interrupciones, lo que facilita su detección y la posterior copia de sus claves secretas internas. En cambio, los móviles digitales, entre otras ventajas, emiten sus códigos con series de secuencias intermitentes, por lo que están más blindados y casi son invulnerables. Grabación de datos Con sus aparatos, lo que hacía la banda era detectar llamadas telefónicas realizadas desde un móvil analógico. Una vez localizadas, grababan los datos secretos del teléfono en cuestión y después los traspasaban a un ordenador. Desde él, aplicando un complejo programa, se desvelaba la información: los códigos secretos y el número del teléfono. El resto era más fácil, ya que consistía en insertar estos datos en las placas de otro teléfono analógico. Ya tenían un doble del primer teléfono desde el que efectuar llamadas a los más recónditos lugares del mundo con una gran ventaja: Telefónica pasaba la carísima factura al titular del teléfono clonado y no a ellos. La estafa fue descubierta por los servicios técnicos de Telefónica, que la denunciaron a la policía. Los agentes de la Udyco calculan en varios centenares de millones de pesetas el fraude desbaratado estos días. Los usuarios de los servicios de esta banda eran, en su gran mayoría, ciudadanos chinos que viven en Barcelona, a quienes, por ejemplo, una llamada a su lejano país realizada desde un móvil clonado les costaba infinitamente menos que si la hubiesen hecho legalmente. La banda cobraba unas 2.000 o 3.000 pesetas por una conferencia que hubiera costado más de 10.000. Pero no sólo había chinos, la banda había ampliado su clientela a ciudadanos de Perú y de Senegal. Los investigadores creen que los detenidos eran integrantes de una sucursal en Barcelona de una amplia red china que actúa en toda Europa. Para ello se basan en que en Italia y Gran Bretaña se han descubierto fraudes similares y en que la tecnología utilizada para las clonaciones es italiana.