Borrell pide a Aznar que conteste a su oferta sin escudarse en "falsos problemas" del PSOE

El candidato socialista a La Moncloa, José Borrell, no tomó en consideración la primera reacción del jefe del Ejecutivo, José María Aznar, a su oferta de diálogo y le pidió que dé el paso de convocar al PSOE para hablar de las reglas del juego democrático, del estado autonómico y de la lucha antiterrorista. Borrell emplazó a Aznar a que "no se escude en el burladero y demuestre su voluntad" de empezar las conversaciones, con lo que devolvía la pelota que le lanzó el jefe del Ejecutivo cuando afirmó, en Colombia, que una de las dificultades para el diálogo con el PSOE es su "problema de lideraz...

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El candidato socialista a La Moncloa, José Borrell, no tomó en consideración la primera reacción del jefe del Ejecutivo, José María Aznar, a su oferta de diálogo y le pidió que dé el paso de convocar al PSOE para hablar de las reglas del juego democrático, del estado autonómico y de la lucha antiterrorista. Borrell emplazó a Aznar a que "no se escude en el burladero y demuestre su voluntad" de empezar las conversaciones, con lo que devolvía la pelota que le lanzó el jefe del Ejecutivo cuando afirmó, en Colombia, que una de las dificultades para el diálogo con el PSOE es su "problema de liderazgo".

En la primera reunión del Grupo Socialista tras la apertura del periodo de sesiones, Borrell y el secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, no respondieron a las intervenciones de diputados y senadores que plantearon qué debe hacer el PSOE tras la ejecución de la sentencia del caso Marey.En la cita, Borrell, como estaba previsto, fijó los objetivos del PSOE en esta legislatura y dio a cada asistente un informe titulado Dos años de Aznar; un Gobierno virtual, en el que se recogen las críticas hechas por los socialistas a la gestión del Gobierno en el Parlamento y que atañen a todas sus parcelas de actuación.

Pero esta crítica sin paliativos a la labor del Ejecutivo no impide que se emplace a éste a un diálogo sobre asuntos de Estado, tal y como solicitó el pasado lunes el candidato socialista. La respuesta del presidente desde Colombia ha decepcionado al PSOE, puesto que ha retomado el argumento sobre el "problema de liderazgo" en el partido y las dudas sobre quién debe ser el interlocutor del Gobierno, un debate que Borrell calificó de "falso". "Esperamos que cuando vuelva de la selva responda en serio sobre nuestra oferta; el próximo movimiento es suyo", dijo Borrell. Según algunos asistentes a la reunión a puerta cerrada, Almunia, habitual interlocutor de Aznar, ironizó: "Ahora resulta que el problema de Aznar no es de qué hay que hablar con los socialistas, sino quién debe ir a verle".

Pero la mayoría de las intervenciones del grupo parlamentario fueron para referirse a los acontecimientos desencadenados por la sentencia del caso Marey. Todos los intervinientes, con matices, coincidieron en no romper con el pasado pero no encastillarse en él. La posición más dura la sostuvo Antonio García Santesmases, de Izquierda Socialista, que sostuvo que los socialistas deben pedir perdón por lo sucedido en los últimos días y aludió al papel desempeñado por el ex presidente Felipe González, cuyo protagonismo, dijo, podría hacer pensar a determinados sectores a pensar que no hay necesidad "de jugar con suplentes, si hay un titular que puede volver". También criticó "los aplausos a un general procesado por varios delitos", en alusión a Enrique Rodríguez Galindo, que asistió a la despedida de Vera y Barrionuevo.

En el otro extremo se situó Carmen Romero, diputada por Cádiz, para quien es un "error" pensar que la sentencia fortalece el Estado de derecho, sino que éste "ha podido debilitarse" porque no pueden olvidarse las "presiones" que desde hace años ejercen poderes financieros, políticos y mediáticos.

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