El PIB japonés cae por tercer trimestre consecutivo, algo que no sucedía desde la Segunda Guerra Mundial
El producto interior bruto (PIB) de Japón cayó un 0,8% durante el segundo trimestre de este año. Esta disminución representa la tercera trimestral consecutiva, un hecho inédito en la economía japonesa desde la Segunda Guerra Mundial. Todas son malas nuevas para Japón, y eso se reflejó ayer en la Bolsa de Tokio, que al cierre perdió un 5,11%, la tercera mayor bajada desde el comienzo de la crisis asiática y la más alta en lo que va de año. El yen, sin embargo, se revalorizó espectacularmente durante la jornada de ayer frente a la divisa estadounidense y se cotizó en torno a 130 por dólar.
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El producto interior bruto (PIB) de Japón cayó un 0,8% durante el segundo trimestre de este año. Esta disminución representa la tercera trimestral consecutiva, un hecho inédito en la economía japonesa desde la Segunda Guerra Mundial. Todas son malas nuevas para Japón, y eso se reflejó ayer en la Bolsa de Tokio, que al cierre perdió un 5,11%, la tercera mayor bajada desde el comienzo de la crisis asiática y la más alta en lo que va de año. El yen, sin embargo, se revalorizó espectacularmente durante la jornada de ayer frente a la divisa estadounidense y se cotizó en torno a 130 por dólar.
El producto interior bruto (PIB) de Japón registró una contracción del 0,8% en el segundo trimestre del año con respecto al trimestre anterior. Con este resultado, dado a conocer ayer, el crecimiento de la economía disminuye por tercer trimestre consecutivo, algo no visto en el país desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. En ritmo interanual, la reducción del PIB alcanzó el 3,3% entre mayo y junio pasados.El crecimiento de la economía japonesa registró su primera contracción en el último trimestre de 1997, un 0,4%, y continuó en los primeros tres meses del año con una disminución del 1,3%. Esta segunda caída marcó la entrada de la economía japonesa en recesión, algo que no sucedía desde 1973, año de la primera gran crisis del petróleo.
El director general de la Agencia de Planificación Económica (EPA) de Japón, Taichi Sakaiya, declaró que estas cifras hacían a partir de ahora "imposible" el objetivo de crecimiento del 1,9% aún previsto por el Gobierno para el año fiscal que finaliza en marzo próximo. El director de la EPA reconoció que los datos son peores que los que esperaba el Ejecutivo japonés y se declaró especialmente preocupado por la caída de la inversión en el sector de las pequeñas y medianas empresas. La EPA también infomó ayer de que el consumo de los hogares se redujo en el segundo trimestre un 0,8%, la construcción de viviendas un 1% y un 5,5% la inversión.
El negro panorama que se cierne sobre la economía japonesa se reflejó ayer en la Bolsa de Tokio, que cerró sus operaciones con una pérdida del 5,11%. En porcentaje, ésta es la mayor bajada del año y la tercera más alta desde que comenzó la crisis asiática, en julio del año pasado. En 1997, el mercado bursátil japonés cayó un 5,29% el 19 de noviembre y un 5,24% el 19 de diciembre. En puntos, el índice Nikkei terminó perdiendo 749,10 puntos, para quedar en 13.916,90 enteros. Sólo las compras oportunistas de última hora evitaron que el índice cayera en puntos más allá del nivel de hace 12 años. Aún así, volvió a perder el nivel de referencia psicológico para los inversores de los 14.000 puntos.
Los analistas de la capital japonesa y la cúpula empresarial del país coinciden en apuntar al Gobierno como responsable de que no llegue a resolverse, pese a que ya están identificadas las medidas que sería necesario adoptar para ello.
Ayer mismo, el fabricante japonés de productos electrónicos Toshiba anunció que registrará perdidas al término del primer semestre del año fiscal en curso, que va de abril a septiembre, por primera vez en su historia -a excepción de los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial-. La compañía prevé una pérdidas de más de 5.000 millones de pesetas. Toshiba calcula que sus ventas habrán descendido un 12,3% para finales de este mes en comparación al mismo periodo del año pasado. La empresa también ha anunciado que, ante la previsión de estos resultados, implantará un plan de reestructuración que incluye el despido de 6.500 trabajadores de aquí a marzo del año 2000 y la fusión de 15 divisiones de negocios hasta dejar sólo nueve de éstas. Distinta a la tendencia general a la baja fue ayer la evolución del yen. La divisa japonesa experimentó una apreciación frente al dólar y al cierre del mercado de Tokio se cotizaba a 130 por dólar. La moneda de Estados Unidos registró una jornada con muchas oscilaciones. Abrió a 133,75 y se hundió a 128,80 en sólo media hora de actividades. Luego remontó hasta 134,45 tras conocerse los datos del PIB japonés y finalmente volvió a bajar a 130,98.