Patriotas en un variado escaparate internacionalista

Los alrededores del Fossar de les Moreres se convierten el 11 de septiembre de cada año en un escaparate patriótico salpicado de internacionalismo. Al amparo de los grupos radicales, se da cita un variado muestrario de los problemas del mundo. Junto al monumento a los caídos por Cataluña en 1714 se congrega lo más variado. Seguidores del presidente Gonzalo -camarada Abimael Guzmán- y su Sendero Luminoso tienen puesto de preferencia. Tampoco el mitin del Moviment de Defensa de la Terra es una excepción a la vocación internacionalista. Este año cuenta con la presencia de un representante del pue...

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Los alrededores del Fossar de les Moreres se convierten el 11 de septiembre de cada año en un escaparate patriótico salpicado de internacionalismo. Al amparo de los grupos radicales, se da cita un variado muestrario de los problemas del mundo. Junto al monumento a los caídos por Cataluña en 1714 se congrega lo más variado. Seguidores del presidente Gonzalo -camarada Abimael Guzmán- y su Sendero Luminoso tienen puesto de preferencia. Tampoco el mitin del Moviment de Defensa de la Terra es una excepción a la vocación internacionalista. Este año cuenta con la presencia de un representante del pueblo bereber -que se extiende por el norte de África desde los oasis de Egipto hasta Malí-. Seguro que habla francés, árabe o castellano si, como se sospecha, vive en Barcelona. Pero el mitin es el mitin y utiliza uno de los dialectos de ese pueblo. Es traducido al catalán, papeles en mano, por el presentador del acto. El bereber explica la represión cultural de su pueblo, el asesinato del cantante de rai Lunes Matub, la arabización obligada en Argelia, la intransigencia del fundamentalismo. Los asistentes asienten y aplauden. Ven en este representante de un pueblo aplastado en muchas ocasiones a lo largo de su historia la expresión genuina de cualquier minoría nacionales sin Estado y por tanto -deducen- oprimida. Tras el bereber, le toca el turno a José Rey, redactor jefe del diario Egin. Rey no habla en vasco ni en catalán: utiliza el castellano y todos los asistentes parecen conformarse. No hay protestas. Aplauden y condenan el cierre del diario próximo a ETA. El acto concluye en orden y concierto con el canto de Els segadors. No hay inesperadas apariciones de encapuchados como otros años. Desaparecen los toques románticos, limitados al equipo de megafonía: por los altavoces suenan temas folclóricos bretones y otros más cercanos de los Negu Gorriak . Es la una de la tarde y el Fossar se ha convertido en un hervidero. En el acceso al monumento a los patriotas reparten Terra i Ànima : un boletín nacionalista étnico que a buen seguro no gustaría a los compatriotas del bereber. El panfleto lamenta que la Generalitat expediente a varios mossos d"esquadra de Roses "por presunta agresión a un moro". Conclusión: "En lugar de defender a su gente, la Generalitat aún los ataca"; de fora vingueren i de casa en tragueren.

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