Denuncia contra una consejería de Murcia de una familia valenciana

La hija de Manuela Cabanillas fue descubierta muerta en enero de 1997 en el recinto de la Consejería de Economía de la Comunidad Autónoma de Murcia, cuyo gobierno está en manos del PP. El informe oficial resolvía que la muerte de la joven, de 21 años, relacionada con el mundo de la droga y la prostitución, derivaba del consumo de heroína. Su madre, vecina de Torrevieja, siempre estuvo disconforme con las investigaciones. Puso el caso en manos de la Fundación Niñas de Alcácer, a la que acabó denunciando por "estafa". Ahora, Manuela ha interpuesto una denuncia contra el responsable de la segurid...

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La hija de Manuela Cabanillas fue descubierta muerta en enero de 1997 en el recinto de la Consejería de Economía de la Comunidad Autónoma de Murcia, cuyo gobierno está en manos del PP. El informe oficial resolvía que la muerte de la joven, de 21 años, relacionada con el mundo de la droga y la prostitución, derivaba del consumo de heroína. Su madre, vecina de Torrevieja, siempre estuvo disconforme con las investigaciones. Puso el caso en manos de la Fundación Niñas de Alcácer, a la que acabó denunciando por "estafa". Ahora, Manuela ha interpuesto una denuncia contra el responsable de la seguridad en la consejería. El escrito indica que para que su hija franqueara el recinto, fue vital "la connivencia de alguna persona con autorización de entrada en el mismo". Y apunta que el espacio donde se halló el cadáver -una entrada al garaje- no se precintó, y esto "pudo afectar al hallazgo de pruebas". El denunciado, José Esteban Ortiz, jefe de servicio de seguridad del Gobierno regional, afirma que "el acceso a la parte externa del edificio es sencillo para cualquiera, puesto que las medidas de control están en el interior" y añade que "si no se utilizó precinto, es porque no fue necesario". Cabanillas, además, ha incluido en su denuncia a Pedro Hernández del Rincón, forense que practicó la autopsia al cadáver, al que acusa de que en un primer momento "determinó la existencia de señales de lucha y defensa", para rectificar más tarde en sentido contrario. Y también a la Unidad del Cuerpo Nacional de Policía en Murcia que descubrió el cadáver, porque "demoraron la notificación del fallecimiento" por un tiempo de seis días. Según José Antonio del Castillo, jefe de esta unidad, "no sabíamos dónde vivía en ese momento esta señora e hicimos llegar la noticia a través de terceros que la conocían". Para él, "lo que dice es descabellado".

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