Tres meses de incertidumbre

Desde que desaparecieron de Guatemala pasaron tres meses hasta que Gabriela Arias tuvo la certeza de que sus hijos se encontraban en Jordania, ya que el marido y la familia de éste lo negaban. El 19 de marzo, el embajador argentino en Damasco, Juan Pardo Argerich, confirmó la presencia de Imad Mahmud Shaban y sus tres hijos en Ammán, y la inscripción de los dos mayores (Karim y Zahira) en la Escuela Internacional de Chueifat, junto a la capital jordana.Habían salido de Guatemala por carretera hasta El Salvador y de allí volaron a Miami. La Corte Suprema guatemalteca envió un exhorto a la Canci...

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Desde que desaparecieron de Guatemala pasaron tres meses hasta que Gabriela Arias tuvo la certeza de que sus hijos se encontraban en Jordania, ya que el marido y la familia de éste lo negaban. El 19 de marzo, el embajador argentino en Damasco, Juan Pardo Argerich, confirmó la presencia de Imad Mahmud Shaban y sus tres hijos en Ammán, y la inscripción de los dos mayores (Karim y Zahira) en la Escuela Internacional de Chueifat, junto a la capital jordana.Habían salido de Guatemala por carretera hasta El Salvador y de allí volaron a Miami. La Corte Suprema guatemalteca envió un exhorto a la Cancillería jordana en la que instaba a la restitución de los niños. " Si no se pronuncian, acudiremos a un tribunal internacional", asegura Gabriela Arias.

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La Justicia jordana emitió posteriormente una orden que permitía la visita de la madre a sus hijos. En el último instante, el padre recurrió contra esta resolución, por lo que los trámites burocráticos retrasarán el viaje a Jordania de uno a dos meses, según los abogados de la madre. "La familia del padre no quiere que haya presión internacional. Practican el juego psicológico de decir que están dispuestos a recibirme y cerrar la puerta en el último momento". Hace un mes, al mayor de los tres niños pudo leer unas cartas y ver unas fotografías enviadas por la madre a través de Unicef. Una enviada de la reina Noor estuvo presente. "Mamá, para Karim, vive, después de ver mis cartas", dice Gabriela Arias.

Los Shaban son poderosos en Jordania y con buenas relaciones con la familia real. Un cuñado de Imad es gerente de la Royal Jordanian, la compañía del monarca. El mutismo de Hussein a las dos cartas enviadas por Menem ha sido puesto en duda por el embajador jordano Atef Halasa: "Su majestad siempre contesta las cartas, especialmente si son de un jefe de Estado. La Casa Real jamás interviene en los procesos de la Justicia jordana, que es independiente. Éste es un caso privado de un matrimonio peleado.

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