Los nacionalistas corsos amenazan con "tomarse la independencia"
Los independentistas corsos han radicalizado su discurso al amenazar con "tomarse la independencia", pero también han moderado sus gestos y evitado la exhibición de encapuchados armados. Ésas son las conclusiones a las que han llegado los asistentes a las Jornadas Internacionales de Corte, la reunión anual convocada en la capital histórica de la isla por A Cuncolta Indipendentista, el ala política del grupo armado Frente de Liberación Nacional de Córcega (FLNC, canal histórico).
Entre los 800 asistentes había invitados de movimientos independentistas de otros países, como Herri Batasuna...
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Los independentistas corsos han radicalizado su discurso al amenazar con "tomarse la independencia", pero también han moderado sus gestos y evitado la exhibición de encapuchados armados. Ésas son las conclusiones a las que han llegado los asistentes a las Jornadas Internacionales de Corte, la reunión anual convocada en la capital histórica de la isla por A Cuncolta Indipendentista, el ala política del grupo armado Frente de Liberación Nacional de Córcega (FLNC, canal histórico).
Entre los 800 asistentes había invitados de movimientos independentistas de otros países, como Herri Batasuna. En años anteriores, la participación era bastante más numerosa, pero el asesinato del prefecto Claude Erignac, ocurrido el pasado 6 de febrero, ha hecho sin duda que muchos simpatizantes del nacionalismo corso no hayan querido mezclarse con un grupo que responde a una lógica mafiosa.El discurso de Charles Pieri, secretario nacional de A Cuncolta, ha tenido un tono más radical que en 1997 -no en vano el partido se adjetiva ahora "Indipendentista" en vez de "Naziunalista"- al afirmar: "La independencia no vamos a pedirla, sino a tomárnosla (...) dejamos a nuestros hermanos de armas del FLNC los medios de acción que les son propios".
Pieri dijo también que prefería un "acuerdo negociado" de independencia, pero "sin sacrificar la menor parcela" de sus derechos.
La reunión de Corte ha registrado también gestos de moderación con la desaparición de la escena de los encapuchados, militantes con pasamontañas y armados con fusiles de asalto Kaláshnikov, que cada año eran presentados como protagonistas del congreso.
El espectacular despliegue policial, con helicópteros que sobrevolaban la zona y, sobre todo, las decenas de detenidos independentistas que siguen en la cárcel por fraude en las subvenciones agrícolas, monopolio de la seguridad privada, tráfico de drogas y extorsión en todas las áreas, aconsejaban esa moderación.