El Parlamento israelí castiga a Netanyahu y vota a favor de elecciones anticipadas

El Parlamento de Israel -la mitad de sus 120 diputados- castigó ayer al primer ministro, Benjamín Netanyahu, al iniciar un largo procedimiento legislativo por el que se intenta disolver la Cámara y convocar elecciones anticipadas. El triunfo de esta votación contra el jefe de Gobierno es simbólico, ya que para que estas dos decisiones puedan entrar en vigor y tengan fuerza de ley, deberán ser ratificadas a lo largo de otras tres votaciones, que se celebrarán cuando se reanude el curso político, dentro de tres meses, y que requieren mayoría absoluta.

La mitad de los diputados del Par...

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El Parlamento de Israel -la mitad de sus 120 diputados- castigó ayer al primer ministro, Benjamín Netanyahu, al iniciar un largo procedimiento legislativo por el que se intenta disolver la Cámara y convocar elecciones anticipadas. El triunfo de esta votación contra el jefe de Gobierno es simbólico, ya que para que estas dos decisiones puedan entrar en vigor y tengan fuerza de ley, deberán ser ratificadas a lo largo de otras tres votaciones, que se celebrarán cuando se reanude el curso político, dentro de tres meses, y que requieren mayoría absoluta.

La mitad de los diputados del Parlamento de Jerusalén aprobaron ayer dos proyectos de ley en los que se pide la disolución de la Cámara y la convocatoria de elecciones anticipadas. La iniciativa, promovida por el Partido Laborista y la formación pacifista de centro-izquierda Meretz, trata de sancionar al primer ministro, Benjamín Netanyahu, por la crisis económica en la que se encuentra el país desde que en junio de 1996 se hizo cargo del Gobierno, así como por el bloqueo del proceso de paz, congelado desde hace más de 16 meses.La iniciativa de sanción a Netanyahu obtuvo el respaldo de 60 diputados, mientras que otros seis votaron en contra y uno se abstuvo. El resto de los representantes del Parlamento, prácticamente todos ellos miembros de la coalición gubernamental Likud, no participaron en la votación ya que, obedeciendo las consignas de sus dirigentes, optaron por abandonar la sala con Benjamín Netanyahu a la cabeza poco antes de que se iniciara el mecanismo del voto.

La orden de desalojo dada por los portavoces de la coalición gubernamental a todos sus diputados la noche anterior fue desobedecida, sin embargo, por cinco representantes de la alianza en el poder, que prefirieron quedarse en la sala y dar su apoyo a los partidos de la oposición, demostrando de esta manera su desacuerdo con la política de Netanyahu.

Los disidentes en el bloque conservador fueron el ex ministro de Finanzas Dan Meridor, tres diputados del partido centrista Tercera Vía y un representante ultraortodoxo del Partido Nacional Religioso, que evidentemente contestaba a Netanyahu desde posiciones de extrema derecha.

La aprobación de estos dos procedimientos legislativos no modificará inmediatamente el panorama político israelí puesto que, antes de hacerse efectivos, deben ser debatidos de nuevo y aprobados por la mayoría de los diputados en otras tres votaciones a partir del 19 de octubre, una vez reanudado el curso legislativo, que finalizó ayer.

Rehacer alianzas

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Durante estos tres meses Netanyahu podrá respirar y tendrá tiempo suficiente para rehacer sus alianzas parlamentarias impidiendo así que el procedimiento llegue a su fin, pronosticaban ayer los observadores políticos."Tenéis el valor de pedir la disolución del Parlamento... Se trata de un truco y no vamos a participar en ese juego. Tenéis miedo de ir a las elecciones. El pueblo prefiere un partido dividido y quiere la paz y la seguridad", había dicho en tono firme el primer ministro a los diputados momentos antes de abandonar el hemiciclo con sus representantes, dejando a los cinco disidentes y a la oposición disfrutar de su victoria pírrica.

Benjamín Netanyahu, como si nada de lo que se debatía ayer en la Cámara le preocupara profundamente, convirtió su intervención en un duro ataque a los laboristas, a los que acusó de racismo. Para ello, el primer ministro aprovechó unas desafortunadas declaraciones que había hecho a la prensa el día anterior uno de los diputados laboristas, Uri Orr, quien había asegurado que los ciudadanos judíos oriundos de Marruecos y de otros países árabes "son los más problemáticos" entre los israelíes.

Superviviente nato

El primer ministro israelí es un superviviente nato. En los 25 meses que lleva al frente del Gobierno ha superado con éxito 60 mociones de censura. La mayoría de los procedimientos legislativos los ha ganado, pero los pocos que le han resultado adversos no han tenido para el jefe de Gobierno consecuencias negativas, ya que han sido adoptados por un número insuficiente de votos.

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