Economía rechaza las peticiones del personal de tierra de aeropuertos

El personal de tierra de Aeropuertos Españoles y Navegación (AENA) comenzó ayer la primera jornada de huelga de celo (trabajo a reglamento), que se extenderá, si no media un acuerdo con los sindicatos, por 10 días, hasta que el 31 de julio comience la huelga de tres días convocada en los aeropuertos nacionales. Los trabajadores exigen un aumento salarial y la reclasificación de sus funciones, reinvidicaciones que costarían 1.200 millones de pesetas, que el Ministerio de Economía no está dispuesto a conceder.

Los trabajadores de tierra de los aeropuertos comenzaron ayer su primera jo...

El personal de tierra de Aeropuertos Españoles y Navegación (AENA) comenzó ayer la primera jornada de huelga de celo (trabajo a reglamento), que se extenderá, si no media un acuerdo con los sindicatos, por 10 días, hasta que el 31 de julio comience la huelga de tres días convocada en los aeropuertos nacionales. Los trabajadores exigen un aumento salarial y la reclasificación de sus funciones, reinvidicaciones que costarían 1.200 millones de pesetas, que el Ministerio de Economía no está dispuesto a conceder.

Los trabajadores de tierra de los aeropuertos comenzaron ayer su primera jornada de trabajo a reglamento, tras producirse, el viernes pasado, la ruptura de las negociaciones entre los sindicatos y AENA. La interrupción de una negociación de 18 meses se debió a que el Ministerio de Economía no está dispuesto a aprobar el presupuesto para satisfacer las reinvidicaciones salariales de los trabajadores. Si no hay acuerdo, el trabajo a reglamento se mantendrá hasta que el próximo día 31 de julio comience la huelga de tres días que puede paralizar todos los aeropuertos nacionales.Durante el día de ayer, el trabajo a reglamento del personal de tierra causó leves inconvenientes en el funcionamiento del aeropuerto Madrid-Barajas. Según los sindicatos, el retraso medio de los vuelos era de una hora por la tarde. AENA, en cambio, informó que el trabajo a reglamento no había tenido incidencias en la operatividad del aeropuerto. Para el ente, las demoras eran de 35 minutos. En otros aeropuertos, como los de Barcelona, Canarias y Sevilla, la media de retrasos también era de una hora.

El panorama para los pasajeros era caótico, añadido a los retrasos y algunas cancelaciones, había una gran confusión creada por la falta de información o por que ésta era errónea desde los altavoces y los monitores.

Paralelamente al trabajo a reglamento, los sindicatos CCOO, UGT y USO movilizaron a los trabajadores en los aeródromos para que intentasen explicar a los pasajeros afectados por los retrasos el porqué de su decisión.

El desacuerdo entre AENA y los sindicatos se debe a que los trabajadores solicitan una reclasificación profesional y un aumento de los salarios del 2,1%, el porcentaje aprobado por el Gobierno para todos los empleados públicos. Según Antonio Rigol, secretario general de la sección sindical de CCOO del ente público de aeropuertos, éste sólo les ha concedido una subida del 1,6%, que se percibe como anticipo a cuenta de lo que se va a negociar. Para cumplir con las reinvindicaciones sindicales, AENA debería desembolsar 1.200 millones de pesetas. Rigol afirma que AENA está de acuerdo, pero que el Ministerio de Economía no está dispuesto a aprobar el presupuesto.

"El personal de tierra se siente discriminado frente a otros colectivos pertenecientes a AENA. Son 7.800 trabajadores que realizan tareas que hasta hace tres años las hacían 11.000 personas y Economía les niega 1.200 millones al año mientras que a otro colectivo de 1.400 trabajadores que también pertenece a AENA les concede 6.500 millones anuales", explica Rigol.

Cristóbal Montoro, secretario de Estado de Economía, descartó ayer que el Gobierno vaya a poner más dinero para atender la reclamación de los empleados de AENA. Para Montoro, la medida "no tiene ningún sentido" y aseguró "que hay disposición para dialogar con estos empleados, pero dentro de los límites de los Presupuestos del Estado".