Un niño de cinco años rescatado de una piscina municipal entra en coma

Un niño de cinco años quedó ayer en coma tras hundirse en la piscina municipal de Pinto. El accidente ocurrió sobre las dos de la tarde. El crío, Alejandro S.D., acababa de llegar a la instalación en compañía de su madre y de una hermana de 13 años.Alejandro, quien, según su hermana, no sabía nadar, eligió para bañarse la pileta más pequeña de las tres que tiene el centro deportivo. Se trata de una piscina, con tres escalones, de 17 metros de largo por nueve de ancho. Su profundidad máxima es 1,20 metros. Estas características la convierten en la piscina más utilizada por los niños.

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Un niño de cinco años quedó ayer en coma tras hundirse en la piscina municipal de Pinto. El accidente ocurrió sobre las dos de la tarde. El crío, Alejandro S.D., acababa de llegar a la instalación en compañía de su madre y de una hermana de 13 años.Alejandro, quien, según su hermana, no sabía nadar, eligió para bañarse la pileta más pequeña de las tres que tiene el centro deportivo. Se trata de una piscina, con tres escalones, de 17 metros de largo por nueve de ancho. Su profundidad máxima es 1,20 metros. Estas características la convierten en la piscina más utilizada por los niños.

Sobre las 14.15, el socorrista encargado de velar por esta piscina (en la instalación hay otros tres socorristas) se percató de que el pequeño no se movía.

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"El hecho de que llevase las gafas de bucear confundió en un primer momento al socorrista, ya que pudo pensar que el niño estaba buceando, pero en cuanto se dio cuenta de que no se movía se lanzó a por él", comentó ayer el director de la piscina municipal. El pequeño había perdido el conocimiento, y su cabeza estaba sumergida.

Los primeros datos, según fuentes médicas, descartan que sufriese una dispepsia gástrica (vulgarmente conocida como corte de digestión), ya que no había comido nada antes.

Una vez rescatado del agua, el niño fue llevado a la enfermería de las instalaciones, donde se encontraban, según un portavoz del Ayuntamiento de Pinto, un ATS y un médico. Éstos trataron de volver al niño a la vida. "Hubo un momento de fricción cuando a la madre le impidieron entrar en la enfermería a ver cómo los facultativos le reanimaban", añadió el director de la instalación.

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A los diez minutos de su entrada en la enfermería, una UVI móvil del 061 llegó al centro deportivo. Los médicos del Insalud sometieron durante 45 minutos al pequeño a una reanimación cardiopulmonar avanzada (con fármacos, intubación...).

El niño rescatado de la instalación municipal no sabía nadar, según sus familiares

VIENE DE LA PÁGINA 1 Transcurrido este tiempo se lo llevaron al hospital Clínico en la ambulancia. Su situación era crítica; tanto, que se desconfiaba de que pudiese recuperar el pulso y la respiración natural. Sin embargo, antes de llegar al hospital, el niño, bajo los cuidados de los facultativos del 061, recuperó la respiración. Ingresó en la unidad de cuidados intensivos de pediatría.

El estado del niño era anoche crítico. En estado de coma cerebral (en parte inducido por los barbitúricos), su vida aún corría peligro y los médicos no se atrevían a pronosticar su evolución. "Estamos a la espera, posiblemente haya sufrido un daño cerebral importante por falta de riego sanguíneo, pero no hemos podido evaluarlo. Por los síntomas, sabemos que se ahogó, pero no por qué", explicó el jefe del hospital.

El alcalde de Pinto, Antonio Fernández, del PSOE, firmó ayer el decreto por el que se crea una comisión municipal de investigación para aclarar el accidente. "La piscina cumple los requisitos legales. Ha sido una desgracia, aunque, por los datos de que disponemos, el niño se recuperará", dijo Fernández.

El director de la piscina negó que se hubiese cometido negligencia alguna, y señaló que el socorrista seguiría en su puesto: "Fue él quien descubrió al niño y le salvó de morir ahogado. No se le puede culpar por ello". La familia no salía ayer de su perplejidad. "No sabemos qué ha ocurrido. Al niño se lo llevaron urgentemente. El crío no sabía nadar y fue el socorrista quien le sacó de la piscina. Ahora bien, no me explico cómo se pudo ahogar, sobre todo porque no había comido, por lo que no pudo tener un corte de digestión", señaló el abuelo materno de la víctima.

En la tarde de ayer, decenas de bañistas chapoteaban en la piscina. Muchos no tenían miedo. "Es el destino, nos puede pasar a todos", decía una madre cuyos hijos eran amigos de Alejandro.

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