FRANCIA 98

Buenos Aires estalló de júbilo

Después de tres horas interminables Buenos Aires estalló. En cuestión de minutos, desde el mismo instante en que Roa paró el penalti a Batty, el centro de la ciudad quedó totalmente colapsado por los miles de hinchas eufóricos que festejaban la victoria de la selección argentina. La mayor fiesta era en la avenida 9 de Julio, a la altura del obelisco, donde una multitud siguió el partido a través de una pantalla gigante. "Sufrimos como unos condenados, pero valió la pena", confesaba un joven camarero de un local abarrotado. Llovían los piropos hacia el adversario derrotado: "Inglaterra, no exis...

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Después de tres horas interminables Buenos Aires estalló. En cuestión de minutos, desde el mismo instante en que Roa paró el penalti a Batty, el centro de la ciudad quedó totalmente colapsado por los miles de hinchas eufóricos que festejaban la victoria de la selección argentina. La mayor fiesta era en la avenida 9 de Julio, a la altura del obelisco, donde una multitud siguió el partido a través de una pantalla gigante. "Sufrimos como unos condenados, pero valió la pena", confesaba un joven camarero de un local abarrotado. Llovían los piropos hacia el adversario derrotado: "Inglaterra, no existís", "Son unos piratas".El júbilo siguió hasta después de medianoche. Los cohetes, bocinazos, y los gritos de los hinchas ataviados con toda la simbología de la selección argentina recorrieron toda la ciudad, que finalmente podía dormir tranquila. Se había vuelto a ganar a Inglaterra en un estadio.

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Desde primera hora de la mañana de ayer la capital argentina estaba pendiente del "partido. Enfundados en la piel de los jugadores de su selección, los bonaerenses estaban concentrados para el evento. No había otro tema de conversación, en la calle, los comercios o los medios de comunicación. "El país sólo piensa en el partido", era el título central de la portada que publicó el diario Página 12, sobre un fondo con las banderas de Inglaterra y Argentina que ocupaban toda la página. El diario en inglés Buenos Aires Herald dirigió la siguiente recomendación: "Si es usted hincha de Inglaterra, tenga la precaución de celebrarlo de puertas adentro si Argentina sale derrotada. Guarde su bandera, no toque el claxon y aguarde hasta estar con compañía de confianza".

Ayer pocos taxis no lucían la bandera argentina. La venta y el precio de cualquier producto con los colores azul celeste y blanco de la selección argentina se han disparado. Camisetas, gorras, globos, balones forman parte del paisaje bonaerense. Incluso los abundantes canes se disfrazaron de bandera bicolor.

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