El fiscal pide 12 años de cárcel para un hombre que mató a una mujer, la empaquetó y la arrojó a un contenedor

El fiscal solicita 12 años de cárcel para Ould Marfoud, el ciudadano mauritano acusado de matar a golpes a una mujer y de arrojar su cadáver a un contenedor tras empaquetarlo en cajas de cartón. El suceso ocurrió la tarde noche del 28 de febrero de 1997. La víctima, Rosa Gabarre, de 32 años y adicta a las drogas, ejercía la mendicidad por la zona de la Gran Vía de Madrid.El acusado también fue relacionado en esa fecha, aunque el caso se archivó, con otra muerte similar. Marfoud, que utilizaba varios nombres falsos, invitó ese día a Gabarre a entrar en su domicilio, en la calle de Fuencarral, s...

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El fiscal solicita 12 años de cárcel para Ould Marfoud, el ciudadano mauritano acusado de matar a golpes a una mujer y de arrojar su cadáver a un contenedor tras empaquetarlo en cajas de cartón. El suceso ocurrió la tarde noche del 28 de febrero de 1997. La víctima, Rosa Gabarre, de 32 años y adicta a las drogas, ejercía la mendicidad por la zona de la Gran Vía de Madrid.El acusado también fue relacionado en esa fecha, aunque el caso se archivó, con otra muerte similar. Marfoud, que utilizaba varios nombres falsos, invitó ese día a Gabarre a entrar en su domicilio, en la calle de Fuencarral, según los coincidentes relatos sobre los hechos del fiscal y de la acusación particular. Acusado y víctima habían sido amigos antes y mantenido relaciones íntimas.

Una vez en casa, Marfoud golpeó cuatro veces en la cabeza a la mujer, hasta causarle la muerte. Sólo pudo ocasionarle la muerte de de dos formas, o bien golpeándola con un objeto contundente longitudinal o bien agarrándole la cabeza y golpeándola contra la arista del somier de la cama, según la acusación. Al ver que estaba muerta, el procesado colocó el cadáver en posición fetal, le puso un trapo en la boca, envolvió su cabeza con un trozo de tela y un plástico, ató fuertemente el cadáver con una cinta tras envolverlo en una sábana, y finalmente lo introdujo en dos cajas de cartón. Luego dejó el macabro paquete en la casa y se marchó.

Varios días después, el 2 de marzo de 1997, volvió y decidió deshacerse del paquete. Lo bajó a la calle y pidió ayuda a un transeúnte, que resultó ser un policía. El agente le ayudó a transportar el paquete durante unos metros; luego el acusado optó por utilizar un taxi. Finalmente arrojó el paquete a un contenedor del barrio de Carabanchel. Al día siguiente, unos trabajadores sospecharon de la caja y avisaron a la policía creyendo que podía tratarse de un explosivo. Tras publicarse en los periódicos la noticia, el policía que el día anterior había ayudado, sin saberlo, a trasladar el paquete contribuyó a localizar al criminal. La defensa de Marfoud asegura que su cliente estaba ebrio aquel día.

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