Juan José Lizarbe reitera que su triunfo es la base para arrebatar el gobierno de Navarra a la derecha

La holgada victoria del candidato Juan José Lizarbe en las primarias del PSN-PSOE, celebradas este fin de semana, ha despejado la última incógnita de la nueva mayoría del partido para liberarse de las ataduras que le unían a políticas y personas procedentes de los tiempos de las crisis de Gabriel Urralburu y Javier Otano. "Ahora estamos en mejores condiciones de ganar a la derecha", ha declarado el candidato, cuyo objetivo es recuperar el gobierno de Navarra perdido en 1996 por el escándalo de la cuenta suiza, que dinamitó el tripartito del entonces presidente Otano.

Dos de cada tres af...

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La holgada victoria del candidato Juan José Lizarbe en las primarias del PSN-PSOE, celebradas este fin de semana, ha despejado la última incógnita de la nueva mayoría del partido para liberarse de las ataduras que le unían a políticas y personas procedentes de los tiempos de las crisis de Gabriel Urralburu y Javier Otano. "Ahora estamos en mejores condiciones de ganar a la derecha", ha declarado el candidato, cuyo objetivo es recuperar el gobierno de Navarra perdido en 1996 por el escándalo de la cuenta suiza, que dinamitó el tripartito del entonces presidente Otano.

Dos de cada tres afiliados reafirmaron su confianza en el nuevo secretario general del partido votándole este pasado fin de semana, indiferentes a algunas encuestas de imagen que hablaban de la conveniencia de elegir una candidata, Lola Eguren, presidenta del Parlamento de Navarra, para tal tarea. Lizarbe obtuvo 1.104 votos. Eguren, 563 y Úriz, 53. Votó el 65% de los militantes, la participación más alta alcanzada en todas las primarias que han celebrado los socialistas hasta ahora. Las bases del PSN, que el pasado diciembre eligieron a través de sus delegados en el VI Congreso una ejecutiva muy joven y completamente nueva, desligada de cualquier vínculo con los nombres más sonados de la corrupción de las comisiones ilegales y las cuentas bancarias suizas, han optado por permitir a Lizarbe, abogado laboralista de 36 años, continuar con un proyecto que inquieta sobremanera a la derecha navarra. De momento, ha roto los pactos presupuestarios que el PSN mantenía con el Ejecutivo de UPN, demostrándole su papel de minoría parlamentaria. "Nadie sobra. Tenemos que trabajar todos juntos para que el 13 de junio de 1999 [fecha de las próximas elecciones autonómicas] Miguel Sanz se vaya donde le parezca más oportuno y nosotros entremos en el Gobierno de Navarra, abramos las puertas y ventanas del Palacio para que entre aire fresco y cambiar esta comunidad y luego toda España", aseguró Lizarbe en su primera alocución tras conocer su victoria frente a Lola Eguren y el militante José Luis Úriz. Éste apenas logró reunir el 3,4% de los sufragios. La militancia navarra ha respaldado la fuerza de Lizarbe para liderar un proyecto socialista regenerado, al que las encuestas dan ya un aumento de cuatro escaños con respecto a sus 11 parlamentarios actuales, en una Cámara de 50. En el resultado de las primeras no hicieron mella las duras acusaciones de Lola Eguren, cuyo empeño en llevar el debate hacia asuntos tan concretos como las declaraciones del IRPF de los candidatos no restaron apoyos al secretario general. Gobernar, no condicionar Lizarbe puso a disposición del partido todas sus cuentas e incluso bienes y facultó a éste para investigar su patrimonio. Pesó más en el resultado la evidencia de que Lola Eguren ha cohabitado con gobiernos de la derecha de UPN-PP, apoyando una línea política que se limitaba a "condicionar" desde fuera algunos extremos de esa política. Lizarbe no aspira a condicionar, sino a gobernar. No oculta que si para ello tiene que negociar la formación de un gobierno de coalición con otras fuerzas políticas, lo hará. Y eso pone muy nervioso a UPN, dado que matemática y políticamente sería factible una unidad de fuerzas con IU (cinco escaños ahora), que en Navarra es una coalición pragmática, con una presencia minoritaria del PCE-EPK, y que ya cogobierna con los socialistas y Convergencia de Demócratas de Navarra en el Ayuntamiento de la capital. El presidente del PSN, Javier Iturbe, de 55 años, un veterano del partido, ha sido designado para intentar alcanzar la Alcaldía de Pamplona. Iturbe, que respalda firmemente a Lizarbe, fue el único candidato. El resultado de primarias lo resumió Lizarbe con una frase: "Ahora estamos en mejores condiciones para ganar a la derecha que antes de esta lección de democracia". Úriz puso su escueto 3% al servicio del candidato de forma inmediata. "Juanjo es nuestro candidato", dijo. La presidente a del Parlamento, Lola Eguren, no fue tan clara. Apostó por "seguir trabajando por el proyecto socialista". Felicitó a Lizarbe, pero reprochó a la militancia ""no haber aprovechado mi respaldo social", porque reiteró estar convencida de que cuenta "con el respaldo de la sociedad". Eguren se ofreció para trabajar en el PSN "en el que lugar que me corresponda". Un lugar aún dudoso e indeterminado por cuanto la actuación de la presidenta del Parlamento ha ahondado todavía más la brecha que le separaba de la nueva mayoría.

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