Un croata y un iraní comparten el premio de Cinema Jove con películas sobre sus países
Las películas Cinquième Saison, del iraní Rafi Pitts, y Mondo bobo, del croata Goran Rusinovic, obtuvieron ayer ex-aequo el premio Luna de Valencia al mejor largometraje del festival Cinema Jove que ayer se clausuró. El jurado definió las películas como "dos formas diferentes, dos miradas personales sobre la realidad de sus sociedades". Por su parte, la Luna de Valencia de Oro (y el de Canal Plus) al mejor cortometraje recayó en Simon Chung, de Hong-Kong, por Adorable Stanley, y la Luna de Valencia de Plata en Cuba 15, de la norteamericana Elizabeth Schub.
Representantes del cine más jo...
Las películas Cinquième Saison, del iraní Rafi Pitts, y Mondo bobo, del croata Goran Rusinovic, obtuvieron ayer ex-aequo el premio Luna de Valencia al mejor largometraje del festival Cinema Jove que ayer se clausuró. El jurado definió las películas como "dos formas diferentes, dos miradas personales sobre la realidad de sus sociedades". Por su parte, la Luna de Valencia de Oro (y el de Canal Plus) al mejor cortometraje recayó en Simon Chung, de Hong-Kong, por Adorable Stanley, y la Luna de Valencia de Plata en Cuba 15, de la norteamericana Elizabeth Schub.
Representantes del cine más joven tanto a nivel nacional como internacional arroparon ayer con su presencia en la ceremonia de clausura a los cineastas premiados que están empezando su andadura. Los realizadores Kevin Smith (Clerks) y Juanma Bajo Ulloa (Airbag), el actor Fele Martínez (Tesis) y la actriz y jurado del certamen María de Medeiros (Pulp fiction) fueron convocados por el festival que dirige José Luis Rado y cuyo nombre, Cinema Jove, lleva implícito su propósito. Kevin Smith, homenajeado por el certamen, dio muestras del particular sentido del humor que late en las tres películas que ha realizado. El actor alicantino Fele Martínez, visiblemente emocionado, dijo que espera cumplir con el galardón Un futuro de cine que le otorgó el festival. Bajo Ulloa ha pasado de presentar hace años sus cortos en Cinema Jove a entregar los premios de esta sección oficial, como ayer hizo en una divertida actuación. Joaquín Lanuza, director del Institut Valencià de la Joventut, organizador del festival, también asistió al acto, que se celebró en un ambiente distendido y ante una concurrida sala. Cinquième saison y Mondo bobo son los primeros largometrajes de sus respectivos realizadores, menores de 35 años. Ambos directores han plasmado en la pantalla con presupuestos muy humildes su personal visión de Croacia e Irán, países que por circunstancias diferentes se encuentran en una conflictiva situación social. Pero las coincidencias acaban aquí. De forma pausada, amable, a veces agridulce, y con una forma de filmar que recuerda al director iraní Abbas Kiarostami (A través de los olivos), Rafi Pitts relata la lucha de dos familias por alcanzar el poder en un pueblo iraní. La historia comienza con la esperanza de reconciliación gracias a la futura unión matrimonial entre Kamarat y Jamalvandi, cada uno de una familia. Pero es un matrimonio impuesto por sus mayores y, al final, la rivalidad se intensifica. Mondo bobo es una película de factura y contenido más duro, con una representación física de la violencia. Un fotógrafo que trabaja en Zagreb se convierte inesperadamente en asesino, cuando se ha de defender de una banda de chantajistas. Después de ser condenado es enviado a un psiquiátrico del cual logra escapar, pero paulatinamente se va introduciendo en un mundo cada vez más cercano del abismo. El director croata comentó en la clausura que el millón y medio de pesetas (el premio se ha dividido en dos) le irá muy bien porque, según indicó, está arruinado. Los largos Spark, de Garrett Williams (Estados Unidos) y Laisse un peu d"amour, de Zaïda Ghorab-Volta (Francia) recibieron sendas menciones especiales del jurado. El primer premio de cortos recibe un millón de pesetas. La guionista y jurado Lola Salvador destacó por la mañana la buena calidad media de los largos, aunque dijo echar en falta una mayor osadía en los cineastas. "Hay películas demasiado complacientes", comentó.