Pendientes de Arte

Soy la madre de una chica que ha terminado COU con buenas notas y ahora afronta la selectividad. Este curso lo ha vivido, como muchos de sus compañeros, pendiente de la asignatura de Arte, dedicándole más tiempo que a las demás asignaturas y sin sacar el resultado deseado.Se ha recorrido la biblioteca del instituto y las bibliotecas del barrio donde vivimos, ha buscado en Internet, ha pedido apuntes a amigos que, por suerte, tenían otra profesora; ha consultado enciclopedias y demás para poder aprobar la asignatura.

Ha escrito dos veces a Cartas al Director de este periódico, una el día...

Soy la madre de una chica que ha terminado COU con buenas notas y ahora afronta la selectividad. Este curso lo ha vivido, como muchos de sus compañeros, pendiente de la asignatura de Arte, dedicándole más tiempo que a las demás asignaturas y sin sacar el resultado deseado.Se ha recorrido la biblioteca del instituto y las bibliotecas del barrio donde vivimos, ha buscado en Internet, ha pedido apuntes a amigos que, por suerte, tenían otra profesora; ha consultado enciclopedias y demás para poder aprobar la asignatura.

Ha escrito dos veces a Cartas al Director de este periódico, una el día 29 de abril y otra en mayo.

Me sentí avergonzada cuando leía cómo un profesor se quejaba de sus alumnos, de los jóvenes de 17 años (para mí, maravillosos), y poniendo en duda que se enterasen de algo.

Con él, desde luego que no se han enterado de nada; con los demás profesores, sí.

En la primera evaluación de 34 alumnos de su clase de COU aprobó a una persona; en la segunda hizo un exceso y aprobó a nueve. Me parece indignante. En un número tan elevado de suspensos y sólo en su asignatura, no fallan los alumnos, sino el profesor. Después de recuperaciones, hemos llegado a final de curso, nos sentimos relajados. Por fin ha terminado la pesadilla. Menos mal que así hay pocos profesores, porque de lo contrario tendríamos asegurado el fracaso escolar. En contestación a su carta, le escribió un profesor de Huesca. Él no veía a sus alumnos como el nuestro, y también tenía alumnos de esas edades.

Si se dedicase a otros temas que no fueran la docencia, seguramente se encontraría más realizado, y los alumnos y los padres se lo agradecerían.- . .