Urbaser utiliza operarios de otros pueblos contra la huelga de limpieza en Boadilla

Los responsables de Urbaser, empresa concesionaria que recoge la basura en Boadilla del Monte (17.814 habitantes), rebajaron ayer los efectos de la huelga indefinida que iniciaron sus empleados el pasado lunes. Para ello echaron mano de dos empleados que trabajan para la sociedad, pero en otras localidades de la región, para limpiar las zonas afectadas por la huelga en Boadilla. El sindicato UGT anunció ayer que interpondrá una querella contra los empresarios por lo que califican como "una maniobra anticonstitucional que ataca directamente al derecho de huelga", según explicó el sindicalista M...

Los responsables de Urbaser, empresa concesionaria que recoge la basura en Boadilla del Monte (17.814 habitantes), rebajaron ayer los efectos de la huelga indefinida que iniciaron sus empleados el pasado lunes. Para ello echaron mano de dos empleados que trabajan para la sociedad, pero en otras localidades de la región, para limpiar las zonas afectadas por la huelga en Boadilla. El sindicato UGT anunció ayer que interpondrá una querella contra los empresarios por lo que califican como "una maniobra anticonstitucional que ataca directamente al derecho de huelga", según explicó el sindicalista Mariano Sánchez.El portavoz de la empresa, José Rodríguez, negó ayer la denuncia de los empleados de Urbaser en Boadilla: "No hemos traído a ningún empleado ajeno al servicio de esta localidad", aseguró ayer a Efe. El sindicalista lo desmintió: "La empresa ha traído a dos esquiroles para que la huelga tuviera menos efecto", señaló Sánchez. "Se trata del capataz de limpieza viaria de Villaviciosa de Odón y del encargado general del servicio de recogida de Las Rozas. Les conozco y les he visto esta mañana", apuntó Sánchez. En las calles de Boadilla, la huelga ha dejado 100.000 kilos de basura sin recoger. "En algunas urbanizaciones no se recogen las bolsas desde el domingo", señaló Sánchez. La basura se acumula a las puertas de las casas y los vecinos empiezan a estar cansados de la situación: "Esto es antihigiénico. A ver si vamos a coger alguna infección", se quejaba ayer una señora, que tenía que esquivar la basura en la puerta de su vivienda.