Apresado el presunto asesino de la mujer y el bebé arrojados a contenedores en Vigo

La policía detuvo ayer en un parque de Vigo a Manuel Enrique Suárez Barbosa, de 23 años, presunto asesino a machetazos de su novia, Laura Elizabeth Jurkiewicz, de 22, y de su hijo, Boris, de un año, estrangulado, cuyos cadáveres arrojó el viernes a dos contenedores de basura. El supuesto criminal se encontraba merodeando a apenas 300 metros de la casa de okupas en la que presumiblemente se cometieron los asesinatos. Un vecino le reconoció y alertó a la policía.Manuel Suárez, hijo de una familia acomodada y muy conocida en la ciudad, no se preocupó en exceso ni de ocultar el crimen n...

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La policía detuvo ayer en un parque de Vigo a Manuel Enrique Suárez Barbosa, de 23 años, presunto asesino a machetazos de su novia, Laura Elizabeth Jurkiewicz, de 22, y de su hijo, Boris, de un año, estrangulado, cuyos cadáveres arrojó el viernes a dos contenedores de basura. El supuesto criminal se encontraba merodeando a apenas 300 metros de la casa de okupas en la que presumiblemente se cometieron los asesinatos. Un vecino le reconoció y alertó a la policía.Manuel Suárez, hijo de una familia acomodada y muy conocida en la ciudad, no se preocupó en exceso ni de ocultar el crimen ni de poner tierra por medio. El viernes, a las 9.30, fue visto depositando en un contenedor un gran bulto, tapado con una manta, del que sobresalía un brazo. La policía le identificó como el novio de la mujer y supuesto autor del doble asesinato. Suárez sólo puso cierto interés en cambiar su aspecto, pero no lo suficiente para no ser descubierto.

Laura Jurkiewicz, de padre alemán, había abandonado el hogar familiar tras quedarse embarazada, supuestamente de Suárez. La pareja se instaló en una pensión, donde aseguran que él la maltrataba. Laura y su hijo subsistían con el salario social de la Xunta -30.000 pesetas al mes- y de lo poco que recaudaba tocando la flauta y el violín en la calle, siempre acompañada del pequeño. También había solicitado ayuda al centro municipal de acogida de la mujer.

El pasado mes, la madre de Laura denunció la situación de su nieto a la consejería de Familia de la Xunta, que ordenó el internamiento del pequeño en un centro tutelar de menores. Para entonces, sin embargo, la joven y su bebé había abandonado la pensión y la policía no los localizó.

Laura se había trasladado a una vivienda tomada por okupas en la calle de Chile. En ella residían otros cuatro jóvenes, tres chicos y una chica, que mantenían buenas relaciones con los vecinos. Su novio acudía esporádicamente.

Suárez permanecía ayer en los calabozos de la policía de Vigo, donde también continuaban detenidos los cuatro okupas que vivían con Laura.

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