FRANCIA 98

Polémica por la estética fascista de los anuncios de Nike

Nike es alegría, es juego, es diversión, es Ronaldo y es Brasil, y, desde hace unos días, también es totalitarismo. Como si el fútbol total, inventado por los holandeses de Cruyff en los años 70, no bastara y hubiera que añadirle un ismo. Una ola retro, firmada por el gran imperio norteamericano de las prendas deportivas, ha invadido las calles de París.

Son miles de anuncios en paradas de autobús, vallas publicitarias y demás soportes apropiados. Amparados en la inconfundible estética heroico enfática del fascismo (futbolistas transformados en estatuas de mármol con la mirada siemp...

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Nike es alegría, es juego, es diversión, es Ronaldo y es Brasil, y, desde hace unos días, también es totalitarismo. Como si el fútbol total, inventado por los holandeses de Cruyff en los años 70, no bastara y hubiera que añadirle un ismo. Una ola retro, firmada por el gran imperio norteamericano de las prendas deportivas, ha invadido las calles de París.

Son miles de anuncios en paradas de autobús, vallas publicitarias y demás soportes apropiados. Amparados en la inconfundible estética heroico enfática del fascismo (futbolistas transformados en estatuas de mármol con la mirada siempre hacia un porvenir glorioso), en un color amarillento ocre, para realzar su ligazón con el pasado, los textos de los carteles tampoco se ahorran referencias a los tenebrosos tiempos. "El fútbol te llama", dice uno sobre la silueta de un futbolista posando con el pie apoyado en un balón. "Ronaldo te necesita", dice otro, más suave, más parecido al futurismo de los artistas rusos de entreguerras.

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Nike, como en todos los grandes acontecimientos, no ha querido ser uno de los patrocinadores oficiales. Renuncia a colocar sus carteles de forma convencional en los estadios y demás lugares reservados y opta por la táctica de invadir la ciudad con su marca. Su objetivo, logrado en Atlanta 96, es que inconscientemente los consumidores le asocien sin dudas con el acontecimiento. Pero esta vez se han pasado de la raya.

El debate, iniciado por el diario Libération, no deja de recordar los innegables vínculos que siempre han unido al deporte con el totalitarismo, y el uso que han hecho variados regímenes de su juventud y sus deseos de vida sana.

"A fuerza de jugar con los simbolismos explosivos, éstos acaban por explotar entre las manos de quienes los utilizan", dice el Libération. Tirando a apocalíptico, ¿no?, pero no menos que las invitaciones de Nike a visitar su República Popular del Fútbol.

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