Le Pen testificará en el juicio por la muerte de un extranjero

Los máximos jefes del Frente Nacional, Jean-Marie Le Pen y su teórico lugarteniente Bruno Mégret, han sido citados en el juicio abierto ayer en Aix-en-Provence contra tres militantes de ese partido implicados en la muerte a tiros, hace tres años, del joven francés de origen comoriano (Islas Comores) Ibrahim Ali. La apertura de la vista ha movilizado a numerosos grupos antirracistas franceses que ven en esta muerte el fruto del discurso xenófobo y violento que emite permanentemente el Frente Nacional (FN).Una bomba de mediana potencia estalló a las 3.30 de la madrugada de ayer ante la sede ...

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Los máximos jefes del Frente Nacional, Jean-Marie Le Pen y su teórico lugarteniente Bruno Mégret, han sido citados en el juicio abierto ayer en Aix-en-Provence contra tres militantes de ese partido implicados en la muerte a tiros, hace tres años, del joven francés de origen comoriano (Islas Comores) Ibrahim Ali. La apertura de la vista ha movilizado a numerosos grupos antirracistas franceses que ven en esta muerte el fruto del discurso xenófobo y violento que emite permanentemente el Frente Nacional (FN).Una bomba de mediana potencia estalló a las 3.30 de la madrugada de ayer ante la sede marsellesa de ese partido. El atentado, que la policía asocia expresamente al inicio del proceso, provocó serios desperfectos en la sede del FN e hirió levemente a dos militantes que custodiaban el local.

El relato fiscal de los hechos producidos el 21 de febrero de 1995, muestra hasta qué punto los acusados tenían el gatillo fácil cuando se encontraban ante gentes de color. Ibrahim Ali, de 17 años, era un estudiante de carpintería que esa noche regresaba a su casa después de asistir al ensayo de un grupo de música rap.

Era casi medianoche, e Ibrahim y sus ocho amigos echaron a correr para no perder el último autobús que les llevaría a sus domicilios en una barriada de Marsella. A media carrera, fueron tiroteados por los militantes del FN que en ese momento colocaban carteles con la figura del líder de su partido y el mensaje: «Con Le Pen, tres millones de inmigrantes expulsados».

Ibrahim Ali fue abatido de un balazo en la espalda y murió de forma casi instantánea. Su presunto homicida, Robert Lagier, es un albañil en paro, de 63 años, socio de un club de tiro, que esa noche salió de casa con un rifle automático del calibre 22. No fue el único en disparar contra el grupo. También su compañero de partido Mario d"Ambrosio echó mano de su pistola. Al día siguiente, los dos militantes se presentaron en la policía para indicar que se habían visto obligados a disparar con fines intimidatorios para protegerse de la agresión de un grupo armado con bates de béisbol y piedras.

Los acusados niegan rotundamente haber disparado a dar y sostienen que la muerte pudo haberse producido, en todo caso, por el rebote de una de las balas. Su problema es que los estudios balísticos han determinado que el proyectil que acabó con la vida del joven estudiante no chocó con objeto alguno antes de alcanzar el cuerpo de Ibrahim. Un total de 71 personas han sido citadas en el proceso en calidad de testigos.

Bruno Mégret, sustituto potencial de Le Pen, se ganó entonces la confianza del núcleo duro del FN asumiendo la defensa pública de los tres militantes.

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