La dimisión de Suharto no acaba con la protesta popular en Indonesia

La sustitución ayer de Suharto por su vicepresidente y hombre de confianza, Yusuf Habibie, no ha satisfecho ni a los estudiantes indonesios ni al líder musulmán, Amien Rais, que temen el continuismo del régimen de Suharto. «Todo el régimen tiene que dimitir», decía ayer uno de los estudiantes, repitiendo, como hacían sus colegas, lo que reclamaban las pancartas: «Fuera la corrupción, el nepotismo y el abuso de poder». De momento, han decidido mantener sus protestas.

«Estamos muy felices porque Suharto ha dimitido», declaró Rais. «Pero no estamos seguros de que Habibie lleve adelante las...

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La sustitución ayer de Suharto por su vicepresidente y hombre de confianza, Yusuf Habibie, no ha satisfecho ni a los estudiantes indonesios ni al líder musulmán, Amien Rais, que temen el continuismo del régimen de Suharto. «Todo el régimen tiene que dimitir», decía ayer uno de los estudiantes, repitiendo, como hacían sus colegas, lo que reclamaban las pancartas: «Fuera la corrupción, el nepotismo y el abuso de poder». De momento, han decidido mantener sus protestas.

«Estamos muy felices porque Suharto ha dimitido», declaró Rais. «Pero no estamos seguros de que Habibie lleve adelante las reformas políticas necesarias. Tiene que formar un Gobierno profesional, con credibilidad. Si no, no lo aprobaré». Habibie, un hombre que despierta profunda desconfianza en el Fondo Monetario Internacional por su pasado de promoción de costosos macroproyectos económicos, demostró tener las antenas bien listas y anoche, en su comparecencia ante la nación, jaleó a los estudiantes al afirmar que su «lucha es una corriente fresca que nos lleva al siglo XXI». El nuevo presidente prometió reformas para poner fin a la corrupción y animó a hacer esfuerzos para salir de la crisis económica.

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