Solidaridad de las esposas de los presidentes

Ana Botella y Antonia Iborra, esposas de los presidentes de España y Andalucía, respectivamente, se convirtieron ayer en Sevilla por unos minutos en asistentes de personas mayores. Ambas estuvieron al pie del cañón en las dependencias del Teléfono Dorado para intentar aliviar la soledad de los mayores y mostrar con su presencia su solidaridad con esta iniciativa. Ana Botella y Antonia Iborra atendieron este servicio telefónico, que tiene como función mitigar la soledad y la tristeza de muchas personas mayores. Ana Botella, Antonia Iborra, y la alcaldesa, Soledad Becerril, visitaron las instal...

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Ana Botella y Antonia Iborra, esposas de los presidentes de España y Andalucía, respectivamente, se convirtieron ayer en Sevilla por unos minutos en asistentes de personas mayores. Ambas estuvieron al pie del cañón en las dependencias del Teléfono Dorado para intentar aliviar la soledad de los mayores y mostrar con su presencia su solidaridad con esta iniciativa. Ana Botella y Antonia Iborra atendieron este servicio telefónico, que tiene como función mitigar la soledad y la tristeza de muchas personas mayores. Ana Botella, Antonia Iborra, y la alcaldesa, Soledad Becerril, visitaron las instalaciones que tiene la asociación Mensajeros de la Paz para atender estas llamadas. La esposa del presidente del Gobierno, José María Aznar, relató la llamada que había atendido. Se trataba de un hombre de Linares (Jaén). Este hombre le contó que se encontraba muy solo desde que perdió la vista. Las largas horas en casa le pesaban como una losa. "A todos nos gusta que nos escuchen, y hay muchas personas que no tienen quién les escuche", resumió Ana Botella para destacar la importancia de un servicio de estas características. El Teléfono Dorado -el 900 22 22 23- funciona en Sevilla desde el pasado junio. Está atendido por unos 300 voluntarios que reciben entre 50 y 60 llamadas diarias.

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