Entrevista:

«La burocracia nos impedirá crear 5.000 empleos este año»

Alfonso Cortina llegó a Repsol tras la victoria del PP y su ascenso al Gobierno. El Estado tenía entonces el 10% del capital de la empresa y a él le tocó realizar la última privatización. Ahora, totalmente privado, el grupo Repsol se enfrenta al reto de consolidar su expansión en Latinoamérica y mantener el liderazgo en el mercado español de gas y de carburantes. Su apuesta más inmediata, la apertura de nuevas estaciones de servicio en asociación con El Corte Inglés una vez superado el golpe de imagen que supuso para la compañía el presunto fraude detectado en las gasolineras del grupo Vil...

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Alfonso Cortina llegó a Repsol tras la victoria del PP y su ascenso al Gobierno. El Estado tenía entonces el 10% del capital de la empresa y a él le tocó realizar la última privatización. Ahora, totalmente privado, el grupo Repsol se enfrenta al reto de consolidar su expansión en Latinoamérica y mantener el liderazgo en el mercado español de gas y de carburantes. Su apuesta más inmediata, la apertura de nuevas estaciones de servicio en asociación con El Corte Inglés una vez superado el golpe de imagen que supuso para la compañía el presunto fraude detectado en las gasolineras del grupo Villanueva, con el que mantenía relaciones comerciales.Pregunta. ¿Cuáles son las perpectivas de Repsol este año tras los resultados hasta marzo?

Respuesta. Este año, si no existe un accidente exógeno, alguna crisis imprevisible, va a ser bueno. Los beneficios van a experimentar un crecimiento muy importante en los próximos ejercicios. No es probable que se repitan las circunstancias de años anteriores por motivos de control de la inflación, en los que la congelación de los precios de gases licuados (butano) nos costó 7.000 millones de pesetas de beneficios brutos en 1996 y 15.000 millones en 1997. La congelación de precios nos ha supuesto en dos ejercicios 22.000 millones.

P. Así que no esperan decisiones negativas de la Administración que puedan afectar a la compañía...

R. El sentido de la Ley de Hidrocarburos (en tramitación) supone todo lo contrario, una liberalización total. Además, ahora no hay ningún problema en cuanto al control de la inflación.

P. En gasolineras, se ha anunciado una ampliación de la red propiedad de Repsol.

R. Tenemos 3.400 puntos de venta, 400 surtidores y 3.000 estaciones de servicio. De éstas, tenemos unas 800 abanderadas y 450 de propiedad y gestión propia. El resto son de propiedad Repsol y gestión de terceros. Cada día paran en nuestras estaciones más de un millón de coches. El objetivo es pasar en el año 2002 de las 450 en propiedad y gestión propia a 800. Es decir, prácticamente duplicar la cifra. ¿Por qué? Porque los esquemas de añadir valor, sea con El Corte Inglés, sea con la venta de seguros, sea con la venta de otros productos, es muy difícil hacerlo en estaciones que no sean de propiedad y de gestión propia.

P. ¿Tienen alguna relación estos planes con el presunto fraude descubierto en las gasolineras del grupo Villanueva, algunas de las cuales abanderaba Repsol?

R. No. La decisión estaba tomada antes. Por ejemplo, en la asociación con El Corte Inglés (estaciones Supercor), para añadir valor a las gasolineras, he trabajado yo personalmente desde el 13 de agosto de 1996 y hasta el 31 de mayo de 1997. El presunto fraude de las gasolineras no saltó hasta enero de 1998. La decisión es muy anterior, aunque ahora nos viene bien.

P. ¿Ha roto Repsol con el grupo Villanueva sus relaciones comerciales?

R. El presunto fraude nos ha hecho mucho daño. Hemos pedido la administración judicial de las gasolineras donde se detectó el presunto fraude. No nos la han concedido. Hemos hecho lo máximo que podemos hacer: personarnos en el procedimiento como perjudicados. Si ese presunto fraude se demuestra judicialmente, reclamaremos.

P. Si se demuestra, ¿Repsol rescindirá contratos?

R. Ya lo hemos hecho en algunas de las cinco gasolineras (del grupo Villanueva) con las que teníamos relación. En el resto, hay unos contratos que cumplir.

P. ¿Y cuando acaben?

R. ...

P. ¿Repsol ha aumentado sus controles?

R. En las gasolineras que son de gestión nuestra, no hay fraude. En las que son de propiedad nuestra y gestión externa, en los contratos obligamos a que se dejen inspeccionar. De todas formas, tenemos 100 pleitos desde hace unos años contra abanderados y gestores que hemos detectado que compran productos a terceros. Sólo en 1997, Repsol realizó 1.350 inspecciones.

P. De cara al futuro, ¿contemplan más medidas?

R. La Asociación de Operadores de Petróleo ha apoyado una enmienda en la ley de Hidrocarburos, que creo que será aprobada para que podamos inspeccionar sin cortapisas las gasolineras que venden con nuestra bandera. Y si detectamos un fraude, denunciaremos de inmediato a la autoridad inspectora. No tendremos, lógicamente, capacidad sancionadora.

P. Sobre el acuerdo con El Corte Inglés, ha habido algunas protestas de los pequeños comerciantes por el hecho de que las tiendas de las gasolineras abran en domingo...

R. Eso es poner puertas al campo. Son tiendas de conveniencia que los consumidores demandan. Hemos estudiado el asunto muy en detalle antes de lanzarnos a esta aventura. En todos sus aspectos, tanto logísticos como legales.

P. Algunos competidores de Repsol han anunciado la implantación de servicios muy avanzados en las gasolineras, incluidos los financieros. ¿Repsol piensa hacer lo mismo?

R. Por supuesto, vamos a potenciar el punto de venta desde agencia de viajes, hasta seguros, pasando por derivados financieros... Hoy ya, entre un 10% y un 20% de los márgenes que obtenemos en los puntos de venta son por ventas al margen del combustible. El objetivo es alcanzar un margen del 60%. Si este país eliminara las trabas burocráticas y administrativas puestas de relieve en el último informe de la OCDE, podríamos pensar en crear (con El Corte Inglés) hasta 200 nuevas estaciones de servicio y generar unos 5.000 empleos. Si pudiéramos, lo haríamos este mismo año.

P. ¿De quién es la responsabilidad de que exista tanta traba burocrática entonces?

R. De las diversas estructuras administrativas existentes en España.

P. ¿Pero por qué no pueden abrirlas?

R. Porque cada apertura de una estación de servicio es como construir un edificio en Madrid. Es una locura administrativa.

P. ¿Hasta qué punto influye en esa «locura» el lobby de los empresarios de gasolineras?

R. No sé si se debe a ese sector empresarial, o a las exigencias burocráticas administrativas, pero el hecho es que abrir una gasolinera hoy día en España es muy difícil por la oposición vecinal, las normas, las exigencias de ayuntamientos y comunidades autónomas.

P. Hablemos de competencia. El público tiene la sensación de que no existe en el sector de los carburantes y de que las empresas se ponen de acuerdo para cobrar el precio máximo a los usuarios.

R. Eso no es así. Nosotros estamos practicando descuentos de hasta 15 pesetas por litro en la gasolina sin plomo, que es la que nos interesa potenciar. En la súper hacemos descuentos menores. Existe una mala percepción del mercado español de gasolineras.

P. Pero el ciudadano no tiene sensación de verdadera competencia.

R. A eso contribuye también un hecho, que cuando nostros bajamos precios en un área geográfica, al otro día, lo bajan todos. Por eso no existe percepción de competencia.

P. ¿Qué va a pasar cuando se liberalicen totalmente los precios? ¿Se van a disparar o van a bajar?

R. El precio medio ponderado en España se va a mantener o va a bajar.

P. El proyecto de ley de Hidrocarburos elimina la obligación de reparto domiciliario de la bombona de butano. Repsol ¿la seguirá repartiendo?

R. Seguiremos haciéndolo. Tenemos una red de 700 distribuidores de butano y 13 millones de clientes, vamos a seguir. Estamos exportando el modelo, el reparto a domicilio es nuestro éxito en países como Portugal o Francia.

P. Hablemos de competencia en el área de gas natural.

R. Estoy de acuerdo en que exista competencia, pero también debe haber reciprocidad. Es decir, si Cepsa que, hablando claro, es una compañía cuyo principal accionista casi mayoritario es Elf -y prueba de ello es que en las estaciones de servicio están los dos logotipos juntos- quiere distribuir gas en España, que nos dejen distribuir a nostros gas en Francia, que somos una sociedad más eficaz que Gaz de France, que aparte de eso no es ni sociedad anónima, es un monopolio del Estado francés.

P. La apuesta de Repsol por Latinoamérica es uno de sus ejes estratégicos...

R. Latinoamérica ha sido una ocasión de oro que hemos tenido las empresas españolas, que yo creo que hemos aprovechado muy bien. Allí tenemos unas ventajas competitivas muy importantes. Es el único sitio donde podemos crecer de acuerdo con lo que somos. Somos la primera empresa industrial española, pero somos pequeños en comparación con empresas como la Shell o la Exxon. No podemos estar de forma desperdigada en todos los sitios.

P. Sigue una estrategia de concentración.

R. Hemos salido de Francia, estamos concentrándonos en Portugal, vamos a hacer una operación en Marruecos, seguimos con nuestra red en Reino Unido. Estas son nuestras implantaciones en Europa, donde hay mercados muy maduros. Sin embargo, en Latinoamérica, tenemos muchas facilidades para crecer. Además de Latinoamérica, a futuro, queremos tener una presencia importante en exploración y producción en el mar Caspio, que va a ser el golfo Pérsico del siglo XXI. En inversiones, 1997 ha sido trascendental, hemos invertido más de 500.000 millones, el 55% en Latinoamérica. En dos años hemos invertido en la zona más de 350.000 millones.

P. ¿Cómo ve el futuro del sector a nivel mundial?

R. Los bajísimos precios actuales son insostenibles. Se normalizarán los precios hacia los 16-18 dólares por barril de aquí a pocos meses.

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