Los comunistas mantienen su desafío a Yeltsin y votarán contra Kiriyenko

Los comunistas rusos decidieron mayoritariamente ayer votar en contra de Serguéi Kiriyenko, el candidato a primer ministro que el presidente Borís Yeltsin ha propuesto por tercera vez consecutiva. El voto de hoy en la Duma Estatal es el último. Si Kiriyenko también es rechazado esta vez, Yeltsin disolverá la Cámara baja del Parlamento y convocará nuevas elecciones legislativas.

El mismo Yeltsin hizo ayer esfuerzos de última hora para tratar de asegurar la ratificación de Kiriyenko, entre los que destacan su reunión con los jefes de las dos cámaras parlamentarias y su conversación telefó...

Los comunistas rusos decidieron mayoritariamente ayer votar en contra de Serguéi Kiriyenko, el candidato a primer ministro que el presidente Borís Yeltsin ha propuesto por tercera vez consecutiva. El voto de hoy en la Duma Estatal es el último. Si Kiriyenko también es rechazado esta vez, Yeltsin disolverá la Cámara baja del Parlamento y convocará nuevas elecciones legislativas.

El mismo Yeltsin hizo ayer esfuerzos de última hora para tratar de asegurar la ratificación de Kiriyenko, entre los que destacan su reunión con los jefes de las dos cámaras parlamentarias y su conversación telefónica con Guennadi Ziugánov, el líder de los comunistas. El pleno del Comité Central del Partido Comunista de Rusia (PCR) decidió ayer por 102 votos a favor y 12 en contra rechazar por tercera vez la candidatura de Kiriyenko como jefe del Gobierno.De hecho, la organización de Ziugánov votó por ir a unas elecciones anticipadas. Según la Constitución, si el candidato a primer ministro es rechazado tres veces, "el presidente de la Federación Rusa nombra al presidente del Gobierno, disuelve la Duma Estatal y llama a nuevas elecciones". La Cámara alta, llamada Consejo de la Federación, no es elegida al estar integrada por los dirigentes del Ejecutivo y el Legislativo de las provincias y repúblicas que forman la Federación Rusa.

Ziugánov explicó ayer que su grupo en la Duma insistirá en que la votación de Kiriyenko no debe ser secreta y, en caso de que su proposición no sea aprobada por los diputados, los comunistas no participarán en la votación. De esta manera, la dirección del PCR tendrá la posibilidad de controlar a sus militantes.

Según los cálculos hechos por diversos analistas, a Kiriyenko le faltaban anoche sólo 11 votos para ser investido como primer ministro. El joven tecnócrata necesita 226 votos, es decir, la mitad más uno del número de escaños de la Duma, y parece contar ya con 215 votos favorables: 65 de Nuestra Casa es Rusia (NCR), la organización progubernamental que encabeza el ex primer ministro Víktor Chernomirdin; 50 del Partido Liberal Democrático, que dirige el nacionalista Vladímir Zhirinovski; 42 de la agrupación Regiones de Rusia; 20 de los 44 que tiene NarodovIastie (Poder del Pueblo), organización de izquierda dirigida por Nikolái Rizhkov, que fuera jefe de Gobierno en tiempos de la perestroika soviética; 20 de los 35 del filocomunista Partido Agrario, y 18 de los 28 independientes. Si estas cifras son correctas, Kiriyenko tiene bastantes posibilidades de salir aprobado en el examen de hoy, ya que, probablemente, habrá comunistas que ignorarán la decisión del órgano supremo de su partido y votarán en contra de la disolución de la Duma. Ya durante la segunda votación del viernes pasado hubo dos comunistas rebeldes que apoyaron a Kiriyenko, a pesar de la decisión que había tomado el pleno del PCR la víspera y de que la votación fue "a mano alzada" (en realidad, los diputados votan con tarjetas magnéticas). A estos dos rebeldes se les pueden unir hoy otros, entre los que probablemente estará Guennadi Selezniov, el presidente de la Cámara baja.

Retirada del candidato

Ni siquiera Ziugánov, a pesar de la decisión del pleno, se atreve a asegurar que Kiriyenko será rechazado por tercera vez. El líder comunista dijo simplemente que Kiriyenko "tiene pocas posibilidades de ser aprobado". Sin embargo, si los diputados comunistas cumplieran la decisión adoptada ayer, el joven tecnócrata no tendría ninguna posibilidad. Ziugánov agregó que no excluye que Yeltsin retire a último momento la candidatura de Kiriyenko y proponga una figura más aceptable. Eso es, precisamente lo que desean los comunistas, y todavía tienen esperanzas de que los nervios del presidente fallen hoy y decida evitar mantener la crisis que él mismo desató hace un mes, cuando destituyó por sorpresa a Víktor Chernomirdin, su primer ministro desde finales de 1992.