CARDIOLOGÍA

Desde un constipado a una neumonía mortal

La bacteria Clamydia pneurnoniae, perteneciente al género de las clamidias, es una cepa muy joven, ya que su conocimiento únicamente data desde principios de los años ochenta. Es responsable de diferentes infecciones que afectan al aparato respiratorio, tanto en las vías altas (nariz, garganta) como en las bajas (pulmones y bronquios) y puede ser la responsable de producir desde un simple constipado nasal hasta una neumonía mortal.Sin embargo, tal como sostiene el cardiólogo Juan Carlos Kaski, esa bacteria, que se transmite por vía aérea de persona a persona, también puede infectar al s...

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La bacteria Clamydia pneurnoniae, perteneciente al género de las clamidias, es una cepa muy joven, ya que su conocimiento únicamente data desde principios de los años ochenta. Es responsable de diferentes infecciones que afectan al aparato respiratorio, tanto en las vías altas (nariz, garganta) como en las bajas (pulmones y bronquios) y puede ser la responsable de producir desde un simple constipado nasal hasta una neumonía mortal.Sin embargo, tal como sostiene el cardiólogo Juan Carlos Kaski, esa bacteria, que se transmite por vía aérea de persona a persona, también puede infectar al ser humano sin llegar por ello a la categoría, de patógena, es decir, sin generar ningún proceso infecciosa detectable.

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"Se estima", redunda Kaski, "que la infección asintomática es la más frecuente y que la mitad de la población mundial ha tenido de una u otra manera contacto con este microorganismo".

Para este cardiólogo, resulta enigmático el comportamiento de la bacteria una vez que infecta al hombre: "Por el título de anticuerpos obtenidos al realizar una muestra de sangre, sabemos que se ha tenido contacto con ella. Pero en nuestros estudios hemos constatado que, en tanto que en algunos pacientes ese título se mantiene persistentemente en análisis posteriores, en otros pacientes no se hallan anticuerpos cuando se efectúa un segundo análisis y, por ejemplo, en una tercera muestra los encontramos de nuevo. En este último caso ignoramos si es que esas personas se han visto reinfectadas o lo que sucede es que la bacteria permanece en estado latente y en ocasiones es indetectable".

Según Kaski, hoy por hoy no se conoce el mecanismo por el que esta cepa pueda originar una enfermedad coronaría, y tampoco es posible estudiar su comportamiento en cultivos in vitro, porque se ignora todavía el medio, en que crece.

"Lo que sí sabemos, por el contrario, es que este microorganismo tiene algo que ver en muchos casos de enfermedades coronarias, y sabemos asimismo que disponemos ya, de un tratamiento muy eficaz para combatirla", señala el cardiólogo. "Pero todavía no está claro en qué situaciones hay que emprender la terapia. Es probable que una de las primeras indicaciones sea en los pacientes coronarios que se encuentran en lista de espera para ser operados".

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