Cartas al director

Procesiones

La vivencia de la fe es un acto legítimo. Esto es una obviedad.Pero lo que no resulta tan obvio es que estas vivencias, como las que se muestran estos días en Madrid durante las celebraciones religiosas, se exterioricen de la forma más idónea: el silencio en una procesión es algo prácticamente imposible de obtener.-...

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La vivencia de la fe es un acto legítimo. Esto es una obviedad.Pero lo que no resulta tan obvio es que estas vivencias, como las que se muestran estos días en Madrid durante las celebraciones religiosas, se exterioricen de la forma más idónea: el silencio en una procesión es algo prácticamente imposible de obtener.-

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