En La Luna no hay agua y se pasa "mucho miedo"

Los 52 jóvenes detenidos el viernes pasado en Malasaña narraron ayer a la titular del Juzgado de Instrucción número 38, Inmaculada Melero, que pasaron "un verdadero calvario" en la comisaría de La Luna, del distrito de Centro. Algunos llegaron allí hacia las 21.30 esposados y abandonaron los calabozos de esa comisaría a la mañana siguiente."La policía nos metió a todos juntos en una celda de cuatro metros cuadrados. Éramos unos treinta. Tuvimos que quedarnos de pie porque de otra manera no cabíamos. Algunos pidieron agua y permiso para ir al servicio, pero se lo negaron. Tuvieron que hacerse s...

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Los 52 jóvenes detenidos el viernes pasado en Malasaña narraron ayer a la titular del Juzgado de Instrucción número 38, Inmaculada Melero, que pasaron "un verdadero calvario" en la comisaría de La Luna, del distrito de Centro. Algunos llegaron allí hacia las 21.30 esposados y abandonaron los calabozos de esa comisaría a la mañana siguiente."La policía nos metió a todos juntos en una celda de cuatro metros cuadrados. Éramos unos treinta. Tuvimos que quedarnos de pie porque de otra manera no cabíamos. Algunos pidieron agua y permiso para ir al servicio, pero se lo negaron. Tuvieron que hacerse sus necesidades encima; los policías les amenazaron con pegarles durante toda la noche si les cogían meando en la celda", explicó uno de los jóvenes que pasaron esa noche en la comisaría.

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"Entonces empezaron a torturarnos. Apagaban y encendían la luz de forma intermitente. Además pusieron el aire acondicionado a tope mientras nos decían que no nos daban ni una sola manta", relata el mismo chico.

Los abogados de la Asociación Contra la Tortura anunciaron ayer que se querellarán contra el delegado del Gobierno, como máximo responsable tanto de la actuación policial durante la manifestación como de las condiciones en que permanecieron detenidos.

"En la comisaría lo pasamos fatal. Hubo un momento en el que nos entró mucho miedo porque varios antidisturbios entraron en la celda con los pasamontañas puestos. Nos señalaban con el dedo y nos amenazaban", aseguró un joven desde el calabozo de los juzgados horas antes de ser puesto en libertad. Los detenidos afirman que la policía no les leyó sus derechos hasta ayer por la mañana, cuando llevaban detenidos cerca de cuarenta horas. "Esta mañana [por la de ayer] nos han leído los derechos, cuando teníamos que prestar declaración ante la juez", explicó uno de ellos.

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