Cartas al director

Policía Municipal de Pozuelo de Alarcón

Gracias, Policía Municipal de Pozuelo. Soy un profesor de Formación Profesional y el 12 de marzo acompañé a un grupo de alumnos en una visita a Telernadrid, en la Ciudad de la Imagen, junto a la carretera de Boadilla. Allí, dejé mi coche aparcado sobre una ancha acera, junto a otros muchos que estaban en el mismo lugar. "No hay problema", me dije. "Aquí no estorbo a nadie". En efecto, aquello es una inmensa explanada, en su mayor parte aún sin construir o en construcción, por donde apenas pasa ningún peatón y por donde los vehículos pueden circular con toda libertad. Otro compañero, profesor c...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Gracias, Policía Municipal de Pozuelo. Soy un profesor de Formación Profesional y el 12 de marzo acompañé a un grupo de alumnos en una visita a Telernadrid, en la Ciudad de la Imagen, junto a la carretera de Boadilla. Allí, dejé mi coche aparcado sobre una ancha acera, junto a otros muchos que estaban en el mismo lugar. "No hay problema", me dije. "Aquí no estorbo a nadie". En efecto, aquello es una inmensa explanada, en su mayor parte aún sin construir o en construcción, por donde apenas pasa ningún peatón y por donde los vehículos pueden circular con toda libertad. Otro compañero, profesor como yo, hizo lo mismo. Y nos acercamos a la entrada de Telemadrid. Y hete aquí que, a los pocos minutos, atisbamos a dos agentes de la policía, quienes, uno a cada lado de la calzada y libreta en mano, iban poniendo sendos papelitos de denuncia a todos los coches de las filas que allí había, que eran muchos.Podrían haber estado dirigiendo el tráfico a la salida de los colegios, o vigilando a los camellos que venden droga, o multando a los que aparcan en doble fila en las calles concurridas, o echando un ojo a los que venden alcohol a menores, o enfrentándose a malhechores y delincuentes o, simplemente, esperando a que alguien les necesitase.

Pero no: estaban allí, llenando las arcas municipales, dando un escarmiento a quienes acabábamos de dejar nuestros coches en medio de aquellos descampados de su término municipal de Pozuelo, donde no molestábamos a nadie-

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En