NUEVA CRISIS EN LOS BALCANES

La OTAN 'protegerá' a Macedonia y Albania del efecto de la crisis de Kosovo

La OTAN prestará apoyo técnico y militar a los dos países más directamente afectados por la crisis de Kosovo, Albania y Macedonia, para prevenir una internacionalización del conflicto de consecuencias devastadoras para toda la región. El secretario general de la OTAN, Javier Solana, recién llegado de Albania, dijo ayer en La Moncloa, tras reunirse con el presidente del Gobierno español, José María Aznar, que la Alianza pondrá en marcha de inmediato un programa de adiestramiento de las Fuerzas Armadas y de Seguridad albanesas ante el riesgo de que se produzca una avalancha de refugiados. Ig...

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La OTAN prestará apoyo técnico y militar a los dos países más directamente afectados por la crisis de Kosovo, Albania y Macedonia, para prevenir una internacionalización del conflicto de consecuencias devastadoras para toda la región. El secretario general de la OTAN, Javier Solana, recién llegado de Albania, dijo ayer en La Moncloa, tras reunirse con el presidente del Gobierno español, José María Aznar, que la Alianza pondrá en marcha de inmediato un programa de adiestramiento de las Fuerzas Armadas y de Seguridad albanesas ante el riesgo de que se produzca una avalancha de refugiados. Igualmente, se creará una célula de crisis con las autoridades de Tirana para seguir el desarrollo de los acontecimientos.

Albania, que forma parte de la Asociación para la Paz, un foro de cooperación entre la OTAN y los antiguos países comunistas, ha pedido que se active por vez primera el mecanismo de consultas previsto para caso de crisis. Respecto a Macedonia, aún no se ha producido ninguna acción de la OTAN, pero sí de Naciones Unidas, que, según destacó Solana, ha prorrogado el mandato de los 800 soldados, la mitad norteamericanos, que debían retirarse de la ex república yugoslava el próximo mes de agosto. "Todo lo que han solicitado se les está dando", dijo.

Mucho más cauto se mostró a la hora de referirse a una intervención directa en la provincia de mayoría albanesa. "No tengo un mandato de Naciones Unidas, y hay muchas otras opciones antes del uso de la fuerza, que es siempre el último recurso", contestó a la pregunta sobre qué diría a los manifestantes que reclamaban en Pristina una intervención de la OTAN. "Nuestra obligación es mantener todas las opciones abiertas".

Una sola voz

Aunque admitió que no es optimista, subrayó la rápida y unánime respuesta de la comunidad internacional, "que ha hablado con una sola voz", al contrario de lo que sucedió en 1991. Atribuyó al presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, la responsabilidad fundamental de la crisis, y advirtió que la presión sobre Belgrado "se va a mantener sin moverse un milímetro".Rechazó, eso sí, las aspiraciones independentistas de Kosovo, e insistió en que la solución pasa por una amplia autonomía para la provincia y por el respeto a los derechos humanos y de las minorías. A pesar del rechazo serbio a la mediación de Felipe González, designado por la OSCE y la Unión Europea, se mostró convencido de que "la presión de la comunidad internacional hará reflexionar a Milosevic y la mediación se producirá".

Además del conflicto de Kosovo, Solana y Aznar abordaron durante su entrevista la integración de España en la estructura militar de la OTAN, el proceso de ampliación de la Alianza y el futuro de la fuerza desplegada en Bosnia. Respecto al primer asunto, Solana dijo que el bloqueo griego al documento sobre la integración militar española no afectará al calendario de puesta en marcha del cuartel general de la OTAN en Madrid, que debe estar operativo en un año.

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