El supuesto homicida del taxista declara que éste le atacó

Rufino Sipoto Pasealo, de 24 años, acusado del homicidio de un taxista el pasado sábado, ha negado ante la policía que intentase robar a la víctima. En su declaración, Sipoto sostuvo que el conductor, Amador Suárez Meriéndez, de 56 años, le sacó un cuchillo para atacarle y que él se defendió. Al ser repelida la supuesta agresión, el taxista, siempre según esta versión, sufrió la cuchillada en el cuello que acabó con su vida.

El relato de Sipoto, según señalaron fuentes cercanas al caso a EL PAÍS, arranca a las cuatro de la tarde del sábado pasado, cuando el BMW en el que viajaba en ...

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Rufino Sipoto Pasealo, de 24 años, acusado del homicidio de un taxista el pasado sábado, ha negado ante la policía que intentase robar a la víctima. En su declaración, Sipoto sostuvo que el conductor, Amador Suárez Meriéndez, de 56 años, le sacó un cuchillo para atacarle y que él se defendió. Al ser repelida la supuesta agresión, el taxista, siempre según esta versión, sufrió la cuchillada en el cuello que acabó con su vida.

El relato de Sipoto, según señalaron fuentes cercanas al caso a EL PAÍS, arranca a las cuatro de la tarde del sábado pasado, cuando el BMW en el que viajaba en compañía de otros compañeros se quedó sin combustible. Sipoto cogió entonces un taxi, el de Amador Suárez 'y le ordenó dirigirse a una gasolinera. El conductor le llevó hasta la estación situada en el paseo del Prado, número 36. Allí bajaron ambos. Sipoto pidió cuatro litros de gasolina. Mientras se surtía de combustible, el empleado, según su propia declaración, le preguntó si llevaba dinero para pagar.

Sipoto contestó que no llevaba dinero suficiente para pagar, pero que el BMW se había quedado junto a un local y que allí sí que tenía dinero, por lo que ofreció al empleado que le acompañase. El taxista, al oír esta explicación, entró en su vehículo y registró la cazadora de Sipoto. Al no encontrar dinero, siempre según la versión del empleado, le dijo que viajarían de vuelta para cobrar y que, entretanto, se quedaría con la chaqueta como prenda. El empleado de la gasolinera les vio partir. En ningún momento, según las citadas fuentes, vio que el taxista atacase a Sipoto.

El cuchillo y la muerte

En su declaración, el supuesto homicida afirmó que, durante el trayecto de vuelta, el taxista le recriminó no llevar dinero para pagar el servicio. Luego le sacó un cuchillo, con el que intentó atacarle. Sipoto evitó el golpe, pero al hacerlo, según su declaración, el taxista se hirió en el cuello. Asustado al ver que un transeúnte se abalanzaba sobre el taxi, Sipoto huyó. A los pocos metros fue detenido por la policía.Las primeras investigaciones judiciales no han determinado la propiedad del arma. Tampoco ha sido localizado el citado BMW Tras la huida de Sipoto, la policía encontró en el coche del taxista la recaudación al completo. También descubrió la chaqueta del supuesto homicida.

El taxista falleció, tras una agonía de 36 horas, en el hospital Clínico. La herida en el cuello le había seccionado la arteria carótida. Tras su muerte, los taxistas decretaron 12 horas de paro.

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El detenido, con tres antecedentes (dos por atraco y otro por robo), permanece en prisión. Un destino que le parecía vedado ,cuando en su infancia tocó por un instante la fama. Fue en 1988, cuando estudiaba en el colegio de San Idelfonso y se convirtió en el primer niño negro que participó en un sorteo de la lotería de Navidad. Ese año sacó la bola con el premio gordo.

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